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lunes, 23 de agosto de 2010

PIAZZOLLA EN USHUAIA


Considero que éste es un documento histórico dentro de la cultura musical de los grandes artistas del siglo pasado. El genial Astor Piazzolla realizó, el 26 de mayo de 1979, una muy bella actuación en nuestra querida Ushuaia, en épocas en que el clima era mucho más riguroso que ahora, los fríos eran más intensos. No le fue fácil llegar hasta nuestra ciudad puesto que los aviones aterrizaban en Río Grande, 230 kilómetros de Ushuaia, de ahí en colectivo de gobierno, la ruta íntegramente de ripio y ya helada para esa fecha llegó a nuestra ciudad junto con sus músicos en una jornada extremadamente fría.
Los bandoneones son instrumentos muy delicados a los cambios violentos de temperaturas.
Una vez comenzada la actuación en el polideportivo de gobierno, totalmente colmado de público, únicamente sentado, y con una expectativa muy grande por la presencia de tan grande artista, aplaudía con mucha emoción. Pero repentinamente sucedió lo inesperado; tuvo un desperfecto
en su bandoneón; se le vio un gesto severo y muy disgustado, parándose y mostrando sucomprensible molestia tomó otro bandoneón que lo secundaba. Siguió ejecutando su arte maravilloso y dejando al público absolutamente atónito, pues estar escuchando en vivo a tan genial músico era absolutamente increíble en nuestra ciudad.
Pero…nuevamente lo inesperado, volvió a tener otro desperfecto con este otro instrumento. Ahí la cosa se transformó en mucho más severa, ya no había otro de repuesto, los músicos se levantaron junto con él y se retiraron a un cuartito conjunto al escenario para determinar cuáles eran los pasos a seguir. Cerraron la puerta y no permitieron que nadie entrara. Luego se supo y se pudo ver que reparó su bandoneón con un frasquito de plasticola.
Yo era fotógrafo contratado por el gobierno territorial, realizaba mis fotografías para el Gobernador Jorge Luís Arigotti.
Me quedé apostado muy cerca de la puerta y parado en una silla para lograr tomar alguna fotografía en caso que se abriera la puerta, tele fijo de 200 mm Nikkor, una vieja Nikon F y una película Tri X de 400 ISO de Kodak eran mis herramientas. La puerta se abrió, y con la poca luz
que había, luego de forzar la película en su revelado, apareció esta imagen, junto con otras dos no tan relevantes de Astor reparando su bandoneón, con la mirada preocupada de dos de sus músicos. La actuación continuó luego de 40 minutos de tarea y fue todo un éxito, como un
grande se merece. No olvidaré jamás ese día pues como músico me sentí en su lugar, obviamente salvando las enormes distancias. Creo que debe haber sido un momento muy especial en la vida de Astor Piazzolla, como lo fue para todos los que tuvimos oportunidad de disfrutarlo más allá de
los inconvenientes. Me interesaba compartir este documento con la querida gente de Ushuaia.
*Eduardo Pocai - El Diario Del Fin Del Mundo

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