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lunes, 26 de octubre de 2009

NILS PETTER MOLVAER - KHMER



No ha sido un buen día para Carmen, pero no peor que cualquiera de los de esta semana. Hasta las once de la noche no ha podido acostarse, después de ayudar a su hija mayor, Laura, a hacer los deberes. El pequeño, Jaime, ya duerme desde hace unas horas, aunque esta vez ha tenido que leerle el cuento entero para dormirle. Ella sabe que en cuanto apague la luz volverán a acecharle los mismos fantasmas de cada noche: “las cuentas de la librería siguen sin salir, si sigue así voy a tener que cerrarla, qué disgusto se va a llevar mi padre, con lo que le costó comprarla hace ya tantos años”, “quizá llegue mañana la carta del banco”, “tendré que convencer a los proveedores de que no me corten el servicio, decirles que les pagaré, sí, pero cuando y, sobre todo, cómo”, “los por qué yo no puedo ir a esquiar estas navidades si todas mis amigas van, de Laura...” El dolor de piernas y el cansancio se apoderarán de Carmen una noche más, impidiéndole conciliar el sueño. Mientras va al cuarto de baño a por la pastilla para el sueño, piensa que mañana sí irá al médico “pero no, mejor no, ¿quién abrirá la librería?, no puede estar cerrada un miércoles”.
Es entonces cuando recuerda que todavía no ha escuchado el disco que le regaló Juan, el de la tienda de discos de al lado, al que no le van mucho mejor las cosas, con el que siempre bromea diciéndole que “lo mejor va a ser dejarse de cultura y abrir una tienda de móviles, que eso sí que da dinero”. Mete el disco en el discman, apaga la luz y aprieta el play. A los pocos minutos lo que está escuchando ya le ha seducido por completo. Le fascina que una música que no conocía en absoluto, tan curiosa, le diga tanto, le conmueva de tal manera. Esa misma noche escucha el álbum varias veces, hasta caer en un sueño del que despertará en un extraño estado de excitación.
La primera vez que lo escucha, Carmen todavía no sabe que el álbum que tanto le fascina es Khmer, el debut del talentoso trompetista noruego Nils Petter Molvær, un músico que, con toda seguridad, escuchó los jugueteos de Miles Davis con la electrónica hasta sabérselos de memoria. Un trabajo magistral e innovador, en el que jazz y electrónica se alían para crear un sonido nuevo, tan deslumbrante como inquietante. La trompeta de Molvaer sabe ser árida, cortante y moverse en los registros más agudos, pero también sabe ser cálida, dulce y casi invisible. Los temas pasan de la sonoridad más vanguardista y atonal a las más melancólicas y bellas melodías, creando un conjunto tan asombroso como cohesionado. A todo esto hay que añadir, además, la brillante interpretación de Eivind Aarset a la guitarra, pieza clave de Khmer, casi a la altura de Molvaer, luciéndose tanto con los más discretos acompañamientos, como con unos riffs de infarto (no sería raro que a más de un amante del rock le gustase este disco). Decididamente, el noruego supo abrir un nuevo camino para el jazz con este logrado encuentro entre jazz y electrónica que marcó un hito en el género.
Tras esa noche, Carmen escucha Khmer cada vez que vuelve del trabajo, descubriendo siempre un nuevo sonido, un nuevo matiz, otro rasgo distintivo. Juan y ella han decidido aunar sus fuerzas: han tirado el tabique y comparten tienda: C & J: libros y música. El negocio no va mucho mejor que antes, pero es más enriquecedor para ambos y más de una vez Juan se sorprende cuando Carmen es capaz de aconsejar mejor que él sobre música a un cliente. De Nils Petter Molvær ya lo ha escuchado todo y es una experta en electro-jazz. Tiempo después, minutos antes de empezar la emisión de su primer programa de nu-jazz, en la radio, se dará cuenta de hasta qué punto Khmer ha cambiado su vida. Estas Navidades Laura sí irá a esquiar y Jaime tendrá el tren eléctrico que siempre ha querido.
*Fuente: acidjazzhispano.com
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NILS PETTER MOLVAER - KHMER - ECM-1560
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Nils Petter Molvær - Bass, Guitar, Guitar (Bass),
Main Performer, Sampling, Sample Arrangements, Percussion, Trumpet
Rune Arnesen - Drums
Roger Ludvigsen - Dulcimer, Guitar, Percussion, Guitar (Acoustic)
Morten Molster - Guitar
Eivind Aarset - Guitar
E-Bow, Treatments, Sample Arrangements, Talk Box

lunes, 19 de octubre de 2009

Bill Evans - Sunday At The Village Vanguard


El milagro se había producido unos años atrás, en 1956, cuando apareció su primer disco; New Jazz Conceptions, título que por una vez hacía honor a la realidad. Al frente de su trio que incluía ya al baterista Paul Motian, Bill Evans conseguía instaurar un fecundo término medio entre la escuela de Bud Powell y la de Lennie Tristano, sin imitar a ninguno de los dos y anunciando nuevos senderos para el jazz surgido del bebop.
En los años que separan aquel disco de este, Evans fué el pianista más seguido por los músicos más inquietos, cualquiera que fuera su tendencia: lo mismo aparece junto a Lee Konitz en "Lee Konitz meets Jimmy Giufre", que junto a Charles Mingus en "East Coasting", o junto al saxofonista y compositor Oliver Nelson en "The Blues and The Abstrat Thruth", tampoco debemos obviar su colaboracion con el sexteto de Miles Davis en la obra maestra "Kind of Blue"; recordemos que a lo largo de su breve colaboración Evans y Davis pusieron las bases para la aparición de estilo modal, que todavía constituye uno de los pilares del jazz contemporaneo.
Durante su estancia en el grupo de Miles Davis, tuvo oportunidad de grabar por segunda vez a su nombre, acompañado por la sección rítmica del trompetista: Paul Chambers al contrabajo y Philly Joe Jones a la batería. El resultado "Everybody Diggs Bill Evans", es uno de los discos favoritos de su autor, y sin duda uno de los mejores de su carrera en términos de frescura e inventiva. Pero el estilo maduro de Evans surge como consecuencia de la colaboración entre el pianista, el batería Paul Motian y el contrabajista Scott Lafaro, el grupo que integran estos tres músicos va a transformar en poco menos de dos años (diciembre 1959-junio 1961), el concepto de trio de piano, al proponer el abandono del viejo esquema de acompañantes frente a solista y sustitución de por un diálogo entre voces complementarias.
Naturalmente, siempre hay un antecedente. Y por lo que respecta a Bill Evans, el antecedente de su trio se encuentra en el de Ahamad Jamal con Israel Crosby en contrabajo y Vernel Fournier en bateria, sin duda un modelo de compenetración creativa, poco entendido por la crítica de la época, funcionó desde 1958 hasta 1962, y grabó numerosos discos, casi todos en directo. Las coincidencias no se refieren ya a los respectivos estilos, si no al funcionamiento del grupo: en ambos casos se dió la circustancia de reunirse tres jazzistas excepcionales con una compenetración asombrosa, sobre la cual se diluyeron las circustancias habituales, son circustancias que a lo largo de la historia se dan muy pocas veces pero siempre con frutos muy importantes.
Casi podria decirse que en el trio hay dos estrellas parejas, un por supuesto es la del pianista, la otra es sin duda el contrabajista Scott lafaro, un increible virtuoso de su instrumento fallecido prematuramente a la edad de 25 años.
Siguiendo los pasos de Charles Mingus y Red Mitchell, Lafaro operó una revolución en el contrabajo solo comparable a que 20 años antes promoviera Jimmy Blanton; con Lafaro el contrabajo "canta" poniendose al nivel de los demás instrumentistas, sin limitarse al turno solista, abandonando casi por completo sus funciones metronómicas. A este respecto deben escucharse tambien su discos junto a Ornette Coleman en el sello Atlantic, y principalmente a Ornette, para descubrir hasta que punto logra maravillas con la libertad total distribuida por este saxofonita. De Lafaro derivan la mayoria de los contrabajistas surgidos en los 70, como Richard Davis, Dave Holland, Gary Peacock, Eddie Gomez, Miloslav Vitous, etc ...
El trio de Evans con Lafaro y Motian grabo cuatro discos de una calidad muy homogénea. Dos de ellos fueron registraos en estudio y los otros dos corresponden a un contrato de dos semanas en el club Village Vanguard de Nueva York: Este "Sunday At The Village Vanguard" y el titulado como su famosa composición "Waltz For Debby", logicamente complementarios. En total suman trece temas diferentes, algunos de ellos interpretado varias veces.
* Fuente: J. García - Los 100 discos mejores de jazz - Ed. La Máscara
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BILL EVANS - SUNDAY AT THE VILLAGE VANGUARD - RIVERSIDE - 1961 - RLP-9376
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1."Gloria's Step" (Scott LaFaro)
2."My Man's Gone Now" (George Gershwin)
3."Solar" (Miles Davis)
4."Alice in Wonderland" (take 2) (Sammy Fain)
5."All of You" (Cole Porter)
6."Jade Visions" (take 2) (Scott LaFaro)
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- PERSONAL -
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Bill Evans – Piano
Scott LaFaro – Bass
Paul Motian – Drums
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Orrin Keepnews – Producer
Dave Jones – Recording engineer

lunes, 12 de octubre de 2009

RETRATO DE AMALIA RODRIGUES



"Si supiera que llorarías mi muerte, por una sola lágrima tuya, que alegría, moriría", había cantado Misia hacía poco en Buenos Aires. La nueva figura del fado homenajeaba así a la gran cantante del género. Esa canción impregnada de tristeza, o de destino - fado proviene, según algunos, de fatum, ni más ni menos que destino en latín -, pertenecía a Amalia Rodrigues. Y no fué una sola lágrima sino miles las que la despidieron el 6 de octubre de 1999 cuando murió en Lisboa, a los 79 años y de una vieja afección pulmonar.
Que Portugal haya decretado tres días de duelo es un dato de lo que para este país representaba Amalia, como allí se la llamaba. Al mismo tiempo que la muerte de la artista era conocido en el mundo, otro portugues célebre, el pemio nobel de literatura José Saramago, recibía en París la Cruz Oficial de Honor de la República Francesa, y sus primeras palabras fueron para la reina del fado: "Era una referencia; decir Amalia era suficiente. Y cuando alguien es conocido por su nombre propio, realmente, ya no se puede llegar más lejos."
Amalia Rodrigues nacio en 1920, un día de verano que nisiquiera ella sabía cual era. "Fué el 23 de junio o el 1 de julio", decía. La abuela que la educó, zanjaba la cuestión explicando que "fué en el tiempo de las cerezas". En ese barrio obrero de la ribera del tajo, empezó cantando "todo lo que oía" para los vecinos, que le daban a cambio alguna moneda o un dulce. Después fué en bautismos o casamientos y, cuando todavía era una adolescente, en los bares de los marineros en que el fado había nacido. Sus padres, al enterarse de que frecuentaba esos lugares poco recomendables para niñas, le retiraron el saludo, hasta que descubrieron que la profesión de la hija podía sacarlos de pobres. La jovencita que había empezado haciendo tangos de su ídolo Carlos Gardel, debutó en 1939 en Retiro da Severa, la casa de fados más importante de Lisboa, de allí saltó al teatro de revistas y al cine y, a partir de su primera actuación en el exterior, en 1943 en Madrid, su carrera fué en ascenso permanente. Grabó más de 160 discos, pero los primeros en el 45, fueron editados en Brasil.
Lo cierto es que a partir de su fama, esas canciones desgarradas y ligadas al destino se hicieron internacionales. Con ella el fado dejó de ser portugues para convertirse en lo que hoy el mercado llama "música del mundo"
Su última visita a Buenos Aires fué en 1993, después de más de 20 años de ausencia que había coincidido en parte con cierto ostracismo posterior a la revolución de los claveles. En 1974, cuando cayó la dictadura de Salazar, muchos creyeron ver en Amalia Rodrigues un símbolo del régimen derrocado e, incluso, a una "sostenedora solapada del fascismo".
En esa ocasión, Amalia aseguró que "otros saben ser inteligentes; mi virtud es que digo lo que pienso, aunque parezca estupida". En Buenos Aires dijo que "Portugal es un país que se quedo siempre solo, con los españoles vigilando desde un lado y el mar, con sus monstruos, desde el otro". Todo lo que se esperaba venía desde el mar, pero los marineros jamás sabían si regresarían sus familias si no los esperaban en vano. Y ahí lloraban todos, como solo se llora en los puertos. Este es un pueblo acostumbrado a llorar desde hace por lo menos 5 siglos. Destino amargo, de soledad y espera. Eso es el fado". Esa vez hablo de un posible retiro al que sentía "como la muerte, insoportable". Decía que cantaría "mientras pueda y mientras me guste a mi misma, después, no se , me moriré supongo".
El día de su muerte, los políticos portugueses cancelaron las campañas políticas para las próximas elecciones legislativas y las radios de ese país solo pasaban fados cantados por ella. El feretro salió de la casa en la Rua de San Bento hacia la capilla ardiente en la Basílica de Estrela, acompañado por un coro desconsolado que lloraba, como solo se llora en los puertos.
*Fuente Diego Fischerman - Escritos sobre música - Ed. Paidós.
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En una época de estilos exagerados, cuando una simple balada se transforma en gritos con bajos teatrales, Amalia Rodrigues trae al alto de la canción algo precioso: El sonido íntimo del corazón hablando del placer, la tristeza, la alegría, el dolor... nunca gritando, tan solo diciendo. La calidad excitante y extraña de la voz de Amalia Rodrigues ha logrado el título de "La voz de la nostalgia", Su sonido oscuro vibrante, con mucho de tristeza y de pasión escondida, es el apropiado para su repertorio de fados de su Portugal nativo. Los públicos de las salas de conciertos, night clubs, programas de televisión han sido atrapados por las canciones de Amalia Rodrigues, algunas de ellas famosas en todo el mundo como, "Lisboa antigua" y "Abril en Portugal".
Amalia Rodrigues creció con la música. Comenzó a cantar cuando tenia cinco años y la enseñanza que recibió en el campo del fado siendo adolescente, tuvo mucha influencia en su carrera. En 1939 comenzó su carrera como cantante profesional y se convirtió en la atracción de los night clubs de Lisboa. El fenómeno Amalia Rodrigues explotó en la escena internacional en la decada del cuarenta, llevado su sonido único a traves de todo el mundo, no solo como cantante, también como actriz en filmes como "Capras negras" (1946), "Fado" (1947) y "Les amants du tago" (1955).
El lado A de este LP nos muestra a Amalia Rodrigues cantando temas con el acompañamiento habitual pero en el lado B hemos reunido grabaciones que realizaron Don Byas y Amalia durante una estadia de Byas en Portugal. Don Byas reconocido como un excelente saxo tenor, tocó con la orquesta de Count Basie y más tarde en su periodo más brillante con la orquesta y los conjuntos de Dizzy Gillespie. A pesar de la influencia e Coleman Hawkins, Don Byas consiguió un estilo propio, un sonido profundo y envolvente y en estos temas vemos como Amalia, inspirada por su presencia y su fraseo musical, interpreta algunos fados "clasicos" con una fuerza y una libertad superiores a las versiones anteriores de los mismos temas.
Amalia Rodrigues y doce temas que nos sumergen lentamente en la calidez de ese retrato de "La voz de a nostalgia".
*Notas del LP por Cuca Escardó.
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RETRATO DE AMALIA RODRIGUES - EMI ODEON - 6407 -
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1. Pequeña Lisboa
2. Saudade de Itapua
3. Plegaria
4. Don Triqui Traque
5. Fado de París
6. Morir por ti
7. Coimbra
8. Ay Morena
9. Calle de Capelao
10. Extraña forma de vida
11. Soledad
12. Lisboa antigua
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- Amalia Rodrigues - voz
- Don Byas - Saxo tenor
- Fontes Rocha - Guitarra
- Carlos Gonçalves - Guitarra
- Viola - Pedro Leal
- Viola - Joel Pina
- Orquesta dirigida por Fernando de Castro

lunes, 5 de octubre de 2009

MERCEDES SOSA - MUJERES ARGENTINAS


“…Mercedes, salmo en los labios
amorosa madre amada,
mujer de América herida
tu canción nos pone alas y hace que la patria toda
menudita y desolada no se muera todavía,
no se muera porque siempre cantarás en nuestras almas…” *

Una noche tuvimos la suerte de vivir un momento inolvidable. Antonio Berni nos invito a cenar con la bailarina Iris Scaccheri en un taller inmenso donde estaba pintando un cuadro de 6 por 2,50 metros de altura. Representaba "Juanito Laguna se va de vacaciones" figuraba con su familia bajo un cielo estrellado. Cuando llegamos nos quedamos mudos ante ese cuadro extraordinario. Después de cenar Sunula, la compañera de Antonio, le pide a Mercedes. "negra, cantanos algo". "como no" dice Mercedes, "si Iris lo baila". ¡Esperen! dijo Antonio. Me pidió ayuda y pusimos dos proyectores para iluminar el cuadro y apagamos el taller. La negra empezó a cantar a capella "Que he sacado con quererte" de Violeta Parra acompañandose unicamente con percusiones que haciamos sobre la mesa e Iris improviso una danza extraordinaria. Así es que que tuvimos el privilegio de vivir uno de esos momentos mágicos que se presentan raramente en la vida.
Cuando Mercedes actuó en el Teatro de la Ville, estaba acompañada por Lucho Gonzalez. El 5 de octubre de 1976 nos reunimos en mi casa con Astor Piazzolla, Mercedes Sosa y tres excelentes guitarristas: Lucho, Agustín Pereyra Lucena y Guillermo Reuter. Se armo una guitarrada de esas que se quedan para siempre en la memoría. La negra y Astor estaban eufóricos, de repente Astor me dice "¿te animás a llevarme con la moto a buscar el bandoneón? ¡como no! y nos fuimos en plena noche parisina a su departamento de la Isla San Luis, muy feliz por la fiesta que se se estaba armando. La negra se sentó en el suelo a cantar acompañada por los guitarristas y por Astor que le hacía la percusión sobre el estuche de su bandoneón, ¡canta un tango! le pedimos, "yo te acompaño" dijo Astor. "bueno, haceme una introdución de los mareados". Se me pusieron los pelos de punta, ¡un tango tocado por Astor con la voz de Mercedes Sosa, era inimaginable, prodigioso! pedí permiso y lo grabé. Astor hizo la introducción, pero no pudo entrar, estaba al igual que nostros fascinada por el magnifico arreglo y la brillantisima interpretación de Astor. Cuando terminó le tuvo que decir a la negra: "¿Y?" entonces Mercedes cantó y se produjo ese milagro que reunió a esos dos talentos por primera y última vez en la vida. *
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*Palabras de la cantante Teresa Parodi ayer tras el fallcimiento de Mercedes Sosa
**Fuente: Jose Pons - "Aventuras y triunfos de agentinos en París" - Ed. Corregidor
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"Mujeres Argentinas" culmina la linea iniciada por Ariel Ramirez y Felix Luna con "Misa Criolla" y continuada con "Los Caudillos". Esta continuidad no se justifica solamente por la alta jerarquia de "Mujeres Argentinas", enaldecida por la cálida y decidora voz de Mercedes Sosa , sino porque también como en anteriores creaciones de Ramirez y Luna, en un intento logrado de estilizar personajes y elementos formativos del ser nacional, atraves de la magia de la música y la poesía armoniosamente vinculadas por una interpretación excepcional.
Esta vez Ramirez y Luna han tomado ocho personajes femeninos, algunos reales y otros imaginarios, que han tenido que ver con el acontecer del país , no se trata, han señalado los autores de las ocho mujeres más importantes o más significativas de nuestra historia; son simplemente ocho motivos de inspiración, cuya importancia les ha permitido el desenvolvimiento musical y lírico que esperaban a crear. Por eso es posible que se piense que faltan algunas mujeres aparentemente llamadas a ser incluidas entre las que aquí se evocan. El criterio usado por Ramirez y Luna para determinar los temas de la obra, de acuerdo con las posibilidades artísticas de recreación que ofrecía cada una, explica y justifica los nombres incluidos y tambien los que no aparecen.
Es por eso que "Mujeres Argentinas"presenta distintos tipos dentro de sus protagonistas: Desde la guerrillera que peleó por la emancipación en el alto Perú, hasta la abnegada maestra, desde la petisa que enriqueció el acervo lírico del país hasta la cautiva que renunció a volver a la civilización; desde la brava tucumana que echaba aceite hirviendo sobre los invasores ingleses, en el alba de la patria, hasta la gringa cuyas manos poblaron el chaco... Todas ellas forman parte de los fundamentos nacionales; todas le agregaron algo a la evolución de nuestra comunidad, todas merecen ser recordadas en el plano de la música y el verso.
"Mujeres Argentinas" no constituye una creación unitaria. Esta compuesta por temas separados, cada uno en su estilo, su atmosfera y su acompañamiento instrumental es diferente. Si la incomparable voz de Mercedes Sosa jerarquiza cada una de las partes que la integran dando a cada tema la exacta sugestión que han querido darle los autores, corresponde también destacar los aportes instrumentales que efectua Ariel Ramirez, que interpreta el piano y clave en sus propios arreglos, Jaie Torres con su increible charango, el maestro Hector Zeoli con órgano, la guitarra de Tito Francia y el bombo de Domingo Cura y otros instrumentos de percusión.
Para Phonogram S.A. es un honor presentar en su "Serie Magna" esta nueva expresión de una música nacional que ha adquirido ya definitiva trascendencia mundial, enla certeza de que "Mujeres Argentinas" queda incorporada desde ahora a las mas importantes creaciones del espiritu argentino.
*Notas del Lp
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MUJERES ARGENTINAS - MERCEDES SOSA - PHONOGRAM
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1. Gringa Chaqueña
2. Juana Azurduy
3. Rosarito Vera, Maestra
4. Dorotea, La Cautiva
5. Alfonsina Y El Mar
6. Manuela La Tucumana
7. Las Cartas De Guadalupe
8. En Casa De Mariquita