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lunes, 10 de enero de 2011

Louis Armstrong - Hot Five Hot Seven


La crítica especializada y los historiadores del jazz están de acuerdo en que estas grabaciones contienen parte de lo mejor que Louis Armstrong grabó en su vida. El testimonio discográfico corresponde a la época en que el trompetista y cantante tenía entre ventiseis y ventiocho años, el periodo de su maduración artística. La matriz de toda la música del Armstrong posterior, y de gran parte de la improvisación, y del jazz mismo, está en estos pocos temas. Los solos grabados estos años sorprenden por su concisión formal, su equilibrio, y sobre todo por la intensidad que transmiten. La suma de estas cualidades que hicieron de Louis Armstrong una referencia ejemplar, no tienen paralelo en los solos dejados por otros músicos de su época, con las solas excepciones de los Coleman Hawkins y Earl Hines. Este último, que creó su propio estilo y de alguna manera el de todos los pianistas de jazz, a partir del de Armstrong, está presente en algunos de los temas de este disco.
Sustancialmente escucharán ustedes a los Hot Seven y a los Hot Five en su segunda versión. Destacaremos, sin ánimo de desmerecer al resto porque la selección entera es de gran calidad, el solo de Armstrong en Potato Head Blue, una de sus intervenciones más fantasiosas y chispeantes; al final del solo, la entrada del grupo es de una rara armonía y de una funcionalidad perfecta. Pero la obra maestra es West And Blues, cuya majestuosa introducción, no exenta de espectacularidad, da pie a una ejecución tan simple como extremadamente emotiva.
En algunas de estas intervenciones, Armstrong no se confirma solo como el gran solista instrumental que fue, sino también como un cantante peculiar, quizás el más notable que el jazz ha dado. Su voz ronca, a menudo cavernosa, no es de aquellas que puedan ser aceptadas según los cannes tradicionales, que indican que es una bella voz. Su modo de cantar, además, se articula, mediante una sintaxis no vocal, sino instrumental, y es aquí donde precisamente su canto es inigualable.
Louis Armstrong no solo escribió las primeras páginas del arte de la improvisación instrumental, sino que también las cantó, dando lugar a un libro que todavía no ha terminado de escribirse.
*Colección maestros del jazz




1 comentario:

  1. si claro en realidad toda esa musica es algo reelevante para esta epoca bueno teniendo al lado una mujer y unos tragos dema s ,pues quien lo diria .

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