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lunes, 22 de junio de 2009

CHARLIE HADEN Y EL BOLERO


El Contrabajista Charlie Haden encarna, como Louis Armstrong o Duke Ellington, una de las paradojas básicas del jazz: Es un músico ejemplar y lo es por su atipicidad. En sus propias palabras, este genero "seguirá floreciendo en tanto haya músicos que tengan pasión por la espontaneidad y por crear algo nunca oído con anterioridad". Entonces, es precisamente en su capacidad de ser distintos a la norma donde los músicos de jazz construyen la norma. Y Haden, uno de los músicos más representativos del jazz posterior a 1950, es alguien que, ya desde sus años con Ornette Coleman, fué siempre distinto. Pero además de tener un estilo único e inconfundible, Haden a funcionado invariablemente como una especie de Rey Midas. No existe una ola grabación de la que el haya participado que no sea interesante cuando menos. Varias de las aventuras más extrañas (dúos con el arpa de Alice Coltrane, con la cantante pop Ricky Lee Jones o con la guitarra portuguesa del fadista Carlos Paredes, big bands que interpretan "la internacional" o himnos anarquitas españoles, un trio junto al saxofonista noruego Jan Garbarek y al compositor guitarrista y pianista brasileño Egberto Gismonti) lo tienen como protagonista. Varíos de los mejores músicos con los que tocó (Ornette Coleman, Keith Jarrett, Pat Metheny, Kenny Barron, el Gato Barbieri, Dino Saluzzi, Carla Bley, Hank Jones) son, justamente, los discos en los que el tocó. Además su firma aparece en varias de las grabaciónes fundamentales de la historia reciente del jazz. Una de las más recientes, editada en 2002, tiene como objeto - o como pretexto - un homenaje a la música cubana. Es decir, a esa Cuba que los norteamericanos tenían como gigantesco casino y prostibulo y con cuyas canciones y ritmos alimentaron su imaginario. Lo contactos entre la isla y el jazz fueron fecundos. Por un lado, varios músicos estadounidenses (empezando por Gershwin y su "rapsodia cubana", siguiendo por Charlie Parker y Dizzy Gillespie y sus trabajos con Chano Pozo) incorporaron elementos de los generos cubanos. Por el otro, en Cuba se desarrollo una tradición de interpretes de jazz sumamente competentes, de los que los nombres de Arturo Sandoval, Paquito d´Rivera o Gonzalo Rubalcaba (aún con sus diferencias estilísticas y conceptuales) son justos herederos. Este pianista cuyo padre aún dirige la "Charanga Rubalcaba", es precisamente el socio elegido por Haden para este deslumbrante viaje cubano llamado Nocturne y ganador de varios premios entre ellos el grammy en su categoría. El repertorio, sin embargo, no se limita al periodo precastrista y, ni siquiera, a Cuba. Explora, en cambio, las ramificaciones , como "el ciego" de Armando Manzanero, incluye temas propios de Haden ("Moonlight" y "Nightfall") y de Rubalcaba ("transparence"). Más allá de los títulos de varias de las canciones ("noche de ronda" o "nocturnal", los dos temas mencionados por Haden) y del propio álbum, hay un énfasis singular en lo nocturno. El boleroy la resonancia de seducciones y abandonos , una vida musical centrada casi por definición en los clubes nocturnos y, tal vez, la propia oscuridad de la historia de Cuba (condenada primero a ser proveedora de juego y mujeres y luego al bloqueo), llevan el tono de las interpretaciones, siempre hacia las sombras. Hay un gesto de melancolía, incluso de tristeza, que se imprime a los momentos más festivos. Nocturne editado por Verve (uno de los sellos de la gigantesca universal), muestra con exactitud otra de las grandes virtudes de Haden: su capacidad para encontrar el equipo perfecto en cada uno de us emprendimientos musicales. Aquí junto a un Rubalcaba magnífico (mucho más profundo y menos pirotecnico que en algunos de sus proyectos solistas) , la gran estrella es el violinista Federico Britos Ruiz, que participa en "en la orilla del mundo", "yo sin ti" y "el ciego". Pat Metheny con guitarra española construye junto a Haden, Rubalcaba y la percusión de Ignacio Berroa, una de las mejores versiones jamás grabadas de "Noche de Ronda". Los saxofonistas Joe Lovano (en "en la orilla del mundo", "moonlight", "transparence" y en el popurri entre "contigo en la distancia" y "en nosotros") y David Sanchez (en "no te empeñes" y una memorable "tres palabras") completan un elenco de gra nivel en lo que lo más importante no es el talento de cada uno si no, la manera en que todos - como las sangres de aquella milonga que cantaba Daniel Viglietti - se mezclan.
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* Fuente: DiegoFischerman "Escritos sobre música" Ed. Paidós.
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1. En la Orilla del Mundo (At the End of the World)
2. Noche de Ronda (Night of Wandering)
3. Nocturnal
4. Moonlight (Claro de Luna)
5. Yo sin Ti
6. No Te Empenes Mas (Don't Try Anymore)
7. Transparence
8. El Ciego (The Blind)
9. Nightfall10. Tres Palabres (Three Words)
11. Contigo en la Distancia (With you in the Distance)/ En Nosotros (In Us)
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Charlie Haden - Contrabajo
Gonzalo Rualcaba - Piano
Ignacio Berroa - Batería
Joe Lovano - Saxo Tenor 1,4,7,11
David Sanchez - Saxo Tenor 6,10
Pat Metheny - Guitarra 2
Frederico Britos Ruiz - Violín 1,5,8
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Charlie Haden - Nocturne - Universal Music, 2001. 013 611-2
Grabado en Miami, FL, en agosto de 2000
Producido por Charlie Haden y Ruth Cameron

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