Buscar este blog

lunes, 15 de agosto de 2011

ELLINGTON & HODGES - BACK TO BACK AND SIDE BY SIDE (I)


El 20 de febrero de 1959 Ellington se reunió con cinco músicos para grabar cinco viejos temas de jazz. Seis días más tarde, con un bajista distinto, grabaron otros cinco temas. Siete de estos diez cortes se publicaron en el disco Back To Back de Verve (LP MGV [6] 8317, actualmente en Verve CD 314 521 404-2). Los otros tres tuvieron que esperar para ver la luz junto a unas grabaciones de una sesión de 1958 con Billy Strayhorn, Hodges y otros en el disco titulado Side By Side (LP MGV [6] 8345; actualmente en Verve CD 314 521 405-2).

En el presente artículo nos centraremos en Ellington, "el pianista de la banda", pero veamos primero con quién contamos. Tenemos, para empezar, a los dos principales vientos: Johnny Hodges y el "invitado" Harry "Sweets" Edison.

La larga carrera de Hodges con Ellington está, obviamente, bien documentada, pero quisiera subrayar el retorno del saxofonista a la orquesta de Ellington en 1955, tras casi cinco años de ausencia. El retorno de Hodges fue probablemente el suceso más importante de la reactivación de la carrera de Ellington en la segunda mitad de los 50.

Al lector le resultarán familiares el sonido sensual, incluso extático, de Hodges y su atractivo enfoque, pero quisiera resaltar los principales rasgos de su estilo en su época madura. Hodges tenía 51 años cuando tocó la música contenida en las sesiones deBack To Back y Side By Side, y sus estilos, directo en el blues, sensual en las baladas, confluyeron en el ambiente relajado e íntimo que caracteriza al grueso de los diez temas que estamos estudiando. Sus intervenciones se caracterizan por una potente capacidad de comunicación directa y simple que es simplemente conmovedora. Aún podemos disfrutar su personal glissando –su grácil jugueteo con la afinación– y la expresividad de los ornamentos y el vibrato en el que se basaba su estilo temprano, pero a estas alturas de su carrera requiere menos notas para seguir al mando, y en muchos de estos antiguos temas, el maestro del blues de la banda de Ellington se apoya en riffs simples.

Un buen ejemplo de este enfoque se presenta en su solo de dos coros hacia el final de "Weary Blues", un blues de 12 de compases. El primer coro está construido sobre un riff simple, caracterizado por una sencilla y oscilante figura de tresillo, que repite, adornándola, de frase en frase hasta crear un primer coro bien hilvanado. El inicio del segundo coro está marcado por el típico salto hacia arriba de Hodges, mediante glissando, hasta una nota sostenida, que enriquece con un exuberante vibrato. Esta breve aunque apasionada explosión es suficiente para dar forma al clímax en el centro de este solo sutilmente elaborado, tras el que sigue abriéndose paso hacia el final de su intervención desarrollando con delicadeza una breve idea. En mi opinión, los cuatro últimos compases guardan cierto interés por el contraste que presentan entre su dinámica y el clímax secundario que contienen. La postura inicial de este pasaje es firme, pero la conclusión tiene lugar a menor intensidad con el fin de preparar al oyente para el suave retorno al tema.

El trompetista Harry "Sweets" Edison nació en 1915, ocho años después que Hodges. Mientras que este último es uno de los primeros grandes saxofonistas de los años veinte, Edison se convirtió en uno de los principales solistas de la siguiente década. Su inspiración fue la figura primordial de la trompeta de los años veinte, Louis Armstrong. De este maestro Edison adoptó un tono pleno y brillante y desarrolló un estilo de comunicación notablemente directo. A los 22 años, en 1937, se unió a la banda de Count Basie, donde su estilo fresco sobresale en muchas de las grandes grabaciones de esta orquesta.

Un ejemplo con el que se puede apreciar su sonido temprano es la grabación de "Sent For You Yesterday" (1938), en la que inicia su solo de 12 compases con un maravilloso break de cuatro. Su sonido es robusto y centrado en la parte media de la tesitura de su instrumento. En "Every Tub", de la misma sesión de 1938, despliega una intensidad similar, pero también presenta –de forma más notable en el puente o parte B de la forma AABA de la canción– la ya notable querencia de Edison por improvisar forzando levemente la afinación de una nota. Quizás sea la tendencia de Edison a utilizar este recurso lo que haya motivado que el arreglista lo imite en el acompañamiento de la orquesta.

Edison trabajó para Basie hasta 1950, cuando la banda se disolvió provisionalmente. El trompetista participó entonces en diversas giras del Jazz at the Philharmonic, se mudó a la Costa Oeste y formó sus propios grupos.

En la década de los cincuenta, el estilo de Edison, como el de Hodges, había experimentado ya un proceso de destilación hacia un toque más personal, con frecuentes guiños humorísticos, de los que examinaremos varios ejemplos procedentes de las sesiones de Back To Back y Side By Side. La primera pieza de Back to Back, "Wabash Blues", constituye una buena introducción a su sonido de finales de década. Obsérvese su sonido sin sordina, principalmente en el centro de la tesitura de su instrumento, la sumamente directa comunicación, los frecuentes silencios (eficazmente aprovechados por el batería) y, en general, la economía de medios. Obsérvese además la idea envolvente que se oye hasta tres veces hacia el final del primer coro, que crea un eficaz clímax en la mitad de su solo.

Su coro final de doce compases de blues en "St. Louis Blues" contiene un ejemplo humorístico de su ondulante repetición de notas levemente forzadas. Este recurso acapara el coro entero, al que añade una breve coletilla final.

La balada "Loveless Love", basada en una canción tradicional que W. C. Handy dijo haber escuchado 1892, nos permite catar a Edison con sordina. Este es un sonido relativamente característico de este trompetista en la década de los cincuenta. Toca un solo de dos coros de 16 compases, cada uno de los cuales contiene elementos notables. El primero abre con una simple idea basada en un riff, intercalada con amplios silencios. En los compases del 9 al 12 le escuchamos improvisando sobre una sola nota. El segundo coro también comienza con un riff con el que Edison forma un ciclo de llamadas y respuestas consigo mismo, siendo la respuesta una típica nota, única y forzada, desplegando a la vez un magnífico sentido del ritmo.

Un ejemplo final de Edison, en el segundo coro de su solo en "Beale Street Blues", sirve para ilustrar cierta expansión de su uso de la nota levemente forzada, en la que espacia una serie de notas que deja caer en diferentes tonos con un efecto humorístico.

¿Quiénes formaban la maravillosa sección rítmica de estas grabaciones de 1959? El bajista de la sesión del 20 de febrero fue Sam Jones, uno de los bajistas más importantes de los cincuenta. Su labor más conocida la desarrolló con Cannonball Adderley entre 1957 y 1965 y con el trío de Oscar Peterson desde 1966 a 1970. En la sesión del 26 del mismo mes, por razones que desconozco, le sustituyó Al Hall, ligeramente mayor que Jones, que a su vez había trabajado con Teddy Wilson entre 1938 y 1940 y luego con Erroll Garner durante casi 20 años. Ningunos de los dos bajistas llega a tocar solos como tales, pero Hall sí que ofrece algo más que un mero acompañamiento de walking bass en las dos piezas en las que toca. Su ostinato en la introducción de "Wabash Blues" ayuda a crear su inusual toque latino. De forma semejante, su ostinato al principio del lentísimo "Weary Blues" evoca un ambiente inusualmente austero.

El maravilloso y pleno de swing batería en ambas sesiones es Jo Jones (no emparentado con Sam Jones). Jo Jones es uno de los baterías verdaderamente significativos de la historia del jazz. Nació en 1911 y se unió a los Blue Devils de Walter Page a finales de los años veinte. En 1934 estaba ya en la banda de Count Basie, que no obstante abandonó brevemente en 1936. A finales de ese año tanto él como Walter Page eran parte de la orquesta de Basie; al año siguiente se les unió el guitarrista Freddie Green, formando así una de las secciones rítmicas más celebradas de la historia del jazz. Su refinado swing y sutil fluidez eran el resultado de la conjunción de cuatro músicos de gran talento trabajando juntos largo y tendido, con frecuentes ensayos por su cuenta, aparte del resto de la banda. Cada uno de los cuatro realizó importantes contribuciones, pero me centraré en Jo Jones.

Como es bien sabido, a menudo se atribuye a Jones la creación de un cambio fundamental en el enfoque de los baterías de jazz. Este cambio es absolutamente básico y fácil de comprender; Jones se dio cuenta de que con el nuevo estilo de bajo ambulante, él, como batería, no necesitaba marcar el pulso con el bombo. De hecho, es probable que no sólo comprendiera que marcar cada tiempo del compás con el bombo sería innecesario, si no que su sonido bajo estorbaría al del bajo ambulante. Por tanto, dirigió su atención al hi-hat, un artilugio relativamente reciente, y mediante una combinación de toques y abriendo y cerrando los dos platillos creó un fulgor sonoro constante pero sincopado que revolucionó el sonido y la textura de la sección rítmica. Independientemente de que Jones fuera o no el iniciador de este estilo, lo perfeccionó y se le consideró el principal batería deswing de su época. En la década de los treinta, Jones era un batería sensible y sutil, que raramente tocaba solos deslumbrantes y se ceñía a una batería relativamente rudimentaria. Si bien es cierto que intercalaba golpes al aro de la caja (rim shots) y descargaba "bombas" con su bombo para articular el sonido de la banda, lo cierto es que su atención estaba centrada en crear un fondo sonoro excitante, con swing y empuje. Se le considera como el primer batería que extrajo todo el potencial de las escobillas, un cierto paralelismo con su siempre sutil toque. En los cuarenta modificó su estilo y, como otros en esa era, con frecuencia pasó de marcar el ritmo con el hi-hat, más discreto, a hacerlo con el platillo, más agresivo. Aun así, su estilo siempre se mantuvo suave y con swing. Con frecuencia pienso en su contagiosa sonrisa cuando le oigo tocar, evidentemente le encantaba su trabajo creativo.

En realidad las sesiones de 1959 para Verve no contienen solos de batería, pero Jones es consistentemente atractivo y siempre se siente su presencia. Jones era un intérprete de conjunto soberbio, participativo al máximo: escuchaba con atención y de esa forma lograba colaborar en la creación de clímax en los solos de sus colegas, ayudando a dar una forma definitiva a las piezas enteras. Y estoy seguro de que sonreía continuamente mientras lo hacía.

¿Era Jones un "ellingtoniano"? Lo cierto es que no, pero quizás deberíamos considerarle como miembro honorario por el papel que desempeñó como espoleta de la banda de Ellington en el festival de Newport de 1956. Y en esa ocasión su "batería" era verdaderamente rudimentaria: un periódico enrollado, el borde del escenario y sus expresiones de ánimo entre bastidores. Ellington llega a dedicar una entrada a Jones en su Music Is My Mistress, en la que describe al batería como "el impulso responsable de nuestro gran éxito en 1956, el hombre con la llave maestra para la fiesta efervescente y con marcha, el hombre del foso con el ritmo exacto" [1].

Queda aún por examinar un intérprete más, aparte de Ellington, de estas sesiones. Se trata de Les Spann, a sus 26 años el miembro más joven del grupo. Spann, principalmente guitarrista pero también flautista, estudió para profesor de música en la universidad estatal de Tennessee en los años 50. Su carrera profesional apenas había comenzado cuando se unió a Ellington para estas sesiones de grabación. Era miembro del quinteto de Dizzy Gillespie, y su camino debe de haberse cruzado con el de Ellington cuando los grupos de Dizzy y Duke coincidieron en la retransmisión en directo del cuarto episodio del Timex All Star Jazz Show de la cadena de TV CBS el 7 de enero de 1959. Desconozco cómo llegó a formar Spann parte de la banda que grabó Back To Back, pero su presencia aporta elementos interesantes por infrecuentes en la música de Ellington. Sus dos instrumentos eran relativamente raros en la música de Ellington hasta ese momento. Tanto su estilo como su fraseo y, en cierta medida, su sentido de la armonía, aportan ingredientes de bop a la música de Back to Back y Side By Side. Spann toca la flauta sólo en una pieza, y es la adecuada, ya que aporta modernidad a un tema de por sí moderno, "Going Up". Esta melodía de Ellington, una ascendente espiral cromática, se ve reforzada por los breaks de flauta de Spann y su solo, el primero de la pieza, expande los elementos más modernos de fraseo y armonía.

* Edward Kennedy Ellington, Music Is My Mistress (New York: Da Capo Press, 1973), p. 241.
Michael Thomas Roeder (del original), Fernando Ortiz de Urbina (de la traducción al español) - Tomajazz

No hay comentarios:

Publicar un comentario