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lunes, 5 de abril de 2010

DUKE ELLINGTON - LATIN AMERICAN SUITE


Cuando Duke Ellington y sus músicos salieron de Nueva York con destino a Rio de Janeiro el día 1 de septiembre de 1968, iniciaban su primer viaje por America Latina. "
"Estoy perdiendo buena parte de mi virginidad en este viaje", señaló Ellington cuando el jet de Aerolineas Argentinas inició el viaje hacia el sur. "Nunca he estado antes en Sudamerica ni por debajo del Ecuador".
Se presentaron en Brasil, Uruguay, Argentina y Mexico. Y siempre fueron aclamados en locales abarrotados, con tal entusiasmo que hasta los más experimentados del conjunto se sintieron emocionados. Además de los conciertos y de los compromisos sociales, las recepciones en las distintas embajadas de los Estados Unidos, programas de radio y televisión, debió también responder a preguntas de todo tipo realizadas en las numerosas conferencias que realizaban en cada una de las ciudades donde actuaba. Realizó todo esto con insuperable amabilidad y tacto, aunque a menudo estaba falto de sueño, debido a la escasez de servicios aereos entre las ciudades sudamericanas (en comparación a su propio país o en Europa). Su paciencia además parecía inagotable y todos los que solicitaron su autografo lo obtuvieron sin importarle el tiempo que llevaba atender a tal magnitud de pedidos. "No puedo decepcionar a esta gente" dijo una vez negandose a abandonar por la puerta trasera de un teatro que estaba sitiado por sus admiradores. El afecto entre el artista y su público llegó a su cima en Buenos Aires donde, despues de su úñtima actuación, la gente esperaba aclamándole y tratando de llegar a tocarlo, y muchas personas le obligaban a aceptar regalos que nisiquiera llevaban sus nombres.
"La generosidad y el entusiasmo de lo auditorios, representan la inspiración para toda una vida" dijo al partir, "virtualmente constituyen la cumbre de mi carrera" "todo y todos han mostrado tal armonía que estoy absolutamente abrumado, y no me siento capaz de expresar mi agradecimiento, quiza pueda hacerlo más adelante con música"
La música contenida en este álbum es la expresión de tal agradecimiento, y buena parte de ella fué en realidad escrita en el transcurso de la gira. Había convenido estrenar una nueva obra, que provisionalmente había titulado Mexican Anticipation, el día 28 de septiembre en la ciudad de Mexico. El calor del recibimiento que le propinó sudamerica hizo que la música inspirada por Mexico se convirtiera en una parte integrante de una más completa Latin American Suite.
Duke Ellington tuvo ocasión de reunirse con músicos nativos genuinos que le agasajaron en más de un club con su arte. Pero esencialmente la Latin American Suite, no constituye una tentativa de volver a interpretar las formas musicales indígenas de los paises que visitó, sino que reproduce musicalmente las impresiones que en el causaron dichos paises y sus gentes. Así por ejemplo la base rítmica está orientada en una dirección latinoamericana, pero la realiza su sección rítmica habitual, sin el agregado de las congas, los bongoes y los timbales que la mayor parte de los compositores y arregladores hubieran considerado necesario.
Una notable diferencia que se observa entre esta y otras suites radica en el mayor énfasis que se da al papel que representan el conjunto y el pianista. Por esta vez la mayor parte de los solistas pasan a un segundo plano. En esto quiza y en el uso de las voces al unísono. Ellington se hace eco de las practicas de las bandas latinoamericanas que experimentan en sus elementos la influencia de grandes bandas norteamericanas.
La suite se inicia con Oclupaca, un título que representa una de las típicas inversiones de Ellington. La banda pasó allí un día muy reparador en sus playas y toco en un baile igualmente reparador en el que Ava Gardner hizo una radiante aparición. La sensación de bienestar se hace presente en toda la interpretación. En esta ocasión el campeón natación de la banda tiene a su cargo la responsabilidad del solo principal y Paul Gonsalves saca partido de ello.
Chico Cuadradino representa a un "gallardo muchachito español haciendo travesuras" esta pieza tiene un tumultuoso solo de trombón por Bueter Cooper y otra brillante contribución de Paul Gonsalves.
Eque tiene relación con el primer cruce del Ecuador realizado por Ellington, Johny Hodges y Paul Gonsalves comparten con el pianista los honores de los solos.
Tina es un diminutvo afectuoso para Argentina, cuyo público reaccionó en forma muy emotiva en todas partes. Ellington advirtió que la reacción brasileña fué más intensa ante las interpretaciones más rítmicas en tanto que los argentino mostraron predilección por las cualidades melódicas de su música. Tina es un tema fragante y hermoso, con adecuadas referencias al tango.
The Sleeping Lady and the Giant Who Watches Over Her son las dos montañas de cumbres nevadas, cuya presencia siempre se advierte en la ciudad de Mexico.
Latin American Suite es una pieza atractiva que se desarrolló durante el viaje, y que va desde un dialogo rítmico entre el piano y el bajo hasta una intervención plena de regocijo en la totalidad de la banda.
Brasiliance, que surge con vivacidad y potencia rítmica, puede considerarse como un tributo a este enorme y hermoso país. Muy lejos de ser una fria sofisticación de la samba, saluda tanto la energía industrial de Sao Paulo como el espiritu fronterizo de quienes están abriendo el vasto interior del país.
Los fabulosos recursos de Ellington para la creación temática y orquestal se ponen nuevamente de relieve en esta Latin American Suite. Sin lugar a dudas, nadie que este asociado al jazz ha consegudo fundir tan felizmente su contenido emocional con los impulsos rítmicos de los pueblos latinoamericanos.
*Contraportada del LP.
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DUKE ELLINGTON Y SU ORQUESTA - LATIN AMERICAN SUITE - FANTASY 8419

1. Oclupaca
2. Chico Cuadradino
3. Equë
4. Tina
5. Mujer Dormida y el gigante que vela por ella
6. Sol de América Latina
7. Brasilliance

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