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lunes, 7 de noviembre de 2011

COUNT BASIE - APRIL IN PARIS


Después de la llamada crisis de las big bands, cuando ninguna de las grandes formaciones se salvó de ser definitiva o transitoriamente disuelta, Count Basie no dudó en refundar la suya. A partir de 1952 existieron varias formaciones basianas, todas ellas unidas en una tendencia nueva, tanto musical como profesional: la búsqueda y consecuente encuentro de la perfección. El resultado, sobre todo después del reajuste de la sección rítmica, con la incorporación de Ed Jones y Sonny Payne agregados a Basie y el imprescindible Freddie Green, es asombroso. Una comparación con la banda que llegó a su ápice alrededor de 1940 es inevitable: esta suena mucho mejor ... pero no tiene aquellos solistas. Es cierto que Lester Young y Herschel Evans son irrepetibles y que el llamado jazz de Kansas City ya no existe, pero la incorporación del papel del arreglista como figura eminente, si o suple las ausencias, incorpora el signo de una época nueva, tan fructífera como la clásica. Los discos que Basie grabó en aquellos años, aproximadamente hasta 1962, son de una calidad superior.
La elección de este y no de, por ejemplo, The Atomic Mr. Basie o Kansas City Suite no se debe atribuir a un criterio caprichoso; en April In Paris conjugan todos los elementos del mejor "nuevo" Basie con una tradición fundada por el mismo: la preponderancia del espíritu bluesy, la perfección rítmica, el swing incontenible y desbordante, la naturalidad a partir del rigor, la seriedad en las orquestaciones, la fantasía de los solistas. Se exhiben con equilibrada presencia, Thad Jones, Joe Newman, Frank Wess, Henry Coker, Sonny Payne y, naturalmente, el propio Basie, alma sutil y elegante de la orquesta, presencia absoluta aunque discreta.
En cuanto a los arreglistas, estas sesiones contaron con la flor y nata: "Wild Bill" Davis, Ernie Wilkins, Frank Foster y Neal Hefti. Foster sería, a partir de entonces, el arreglista más estable de la orquesta y quien se encargaría, después de la muerte de Basie, de conducirla hacia una operación nostálgica de supervivencia.
Todos ellos ponen el acento en los ángulos indiscutibles de la organización: la sección rítmica y la sección de trompetas, probablemente la mejor que tuvo Basie nunca, y que aúna las sensibilidades solistas de Thad Jones y Joe Newman con el perfecto ensamblaje del grupo. La utilización del arreglo de Davis de April in Paris se debe al éxito que tuviera en una exhibiciones en Birland; la reiteración final ("On More Time") rememora el momento de aquella velada en que Basie, solicitado por el público, tuvo la ocurrencia que hacerle repetir a la orquesta el último, y fogoso, coro del arreglo.
Fue un gesto incorporado, como también son gestos las cristalinas sugerencias del líder, que parece acercarse al piano con tímida picardía para volverse motor ... y allí atrás Freddie Green que, antes de cada exhibición o sesión de grabación, empleaba una hora para afinar su instrumento, cuyas cuerdas (se rumoreaba) cambiaba cada día.
* Cesar Sampaio - 100 discos de jazz - Ed. La Máscara




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