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lunes, 26 de abril de 2010

CUANDO YO YO MA SE ACERCÓ A PIAZZOLLA


Cuando Yo Yo Ma decide interpretar a Piazzolla, el maestro había muerto hacía cinco años, algo que Yo Yo Ma siempre lamentará porque desde la primera vez que escuchó su música se propuso grabar con él, y si bien no pudo darse el gusto ello no impidió que gracias a la intervención del productor brasileño, Oscar Castro Neves, organizaran una grabación para el sello Sony, considerado por los expertos una obra maestra, a tal punto que según la opinión autorizada de Malvicino, “es el mejor disco de música de Piazzolla sin Piazzolla”.

Se trata de “Yo Yo Ma soul of the tango” (Alma de tango), una pieza discográfica que en Estados Unidos causó verdadero furor de ventas, al punto que desplazó durante dos o tres años a Standing Stone de Paul Mc Cartney. Una vez más el tango recibía en el extranjero un reconocimiento que en su tierra de origen no se lo otorgaban con tanta facilidad, por lo menos eso era lo que pensaba, entre otros, el propio Astor Piazzolla; quejas coincidentes con las que expresaran en diferentes momentos Carlos Gardel y Julio de Caro.

A Yo Yo Ma lo acompañó en esta verdadera obra de arte un plantel de músicos argentinos de primer nivel. Allí estuvieron entre otros, Héctor Console en contrabajo, el excepcional violinista Antonio Agri, Néstor Marconi en el bandoneón, Horacio Malvicino con guitarra y Leonardo Marconi y Gerardo Gandini en el piano. Fueron sesenta y tres minutos de grabación en tres escenarios diferentes donde todos tuvieron oportunidad de lucirse

El primer tema que grabaron fue “Libertango”, una creación que Piazzolla hizo en Italia en 1973 cuando accedió a seguir los consejos de sus colaboradores que le insistían en la necesidad de hacer temas más cortos para el gran público, una sugerencia que por primera vez en su carrera el maestro se dignó a atender. No se equivocó. Libertango, junto con un puñado de composiciones de esa época, fue una de sus principales cartas de presentación en Europa.

Yo Yo Ma, considerado con justicia unos de los grandes chelistas del mundo -para muchos el primero- asumió con responsabilidad el compromiso, motivo por el cual estudió al detalle las principales obras de Piazzolla. Malvicino, integrante de todas las iniciativas musicales de Piazzolla y, muy en particular, Alfredo Radoszynski, se preocuparon por hacerle llegar los principales textos del creador de “Adiós Nonino”. Por su parte, Jorge Calandrelli y el brasileño Sergio Assad se encargaron de adaptar las partituras. En 1999 este excelente compositor y pianista que es Calandrelli recibió el premio Grammy por su singular participación en el tema séptimo del álbum: “Tango Remebrances”

Yo Yo Ma prestó atención a una sesión grabada con tangos de Piazzolla que hiciera en París el maestro ruso Rostropovich, acompañado en la ocasión por la pianista argentina Susana Mendelevich y la mirada atenta del mismísimo Piazzolla. Provisto de esta valiosa información Yo Yo Ma salió airoso donde el violinista Gidón Kremer y el pianista Daniel Barenboim fracasaron o no estuvieron a la altura de las expectativas creadas, poniendo en evidencia una vez más su genio y ese singular talento que le permite captar en sus más sutiles variaciones la singularidad de una composición. Quienes lo conocen de siempre aseguran que en la biografía de Yo Yo Ma -nacido en China, educado en Francia y nacionalizado en Estados Unidos- está la clave de este universalismo estético, como han podido apreciar las más calificadas plateas del mundo.

Particular mención merece en este notable emprendimiento tanguero, el maestro Néstor Marconi, un bandeononista nacido hace casi setenta años a pocos kilómetros de Rosario, que se educó con los mejores maestros del bandoneón y que antes de cumplir 25 años ya había tocado con José Basso y con Francini y Pontier. Su itinerario artístico da cuenta de la propuesta estética de estos singulares creadores abiertos a las grandes novedades de su tiempo y firmemente plantados en las mejores tradiciones del género, tradiciones cuya expresión más elocuente en el bandoneón son Pedro Maffia, Aníbal Troilo y Pedro Laurenz, además, por supuesto, de Piazzolla.

Marconi fue uno de los animadores de esos dos grandes templos del tango que fueron el cabaret Marabú -el mismo donde Troilo se inició en 1937 y donde Carlos Di Sarli fuera la estrella estelar durante largos años- y el mítico Caño 14 de calle Talcahuano al 900, dirigido por Atilio Stampone, por donde desfilaron las grandes luminarias del tango de la segunda mitad del siglo pasado.

El tema número nueve de “Yo Yo Ma soul of the tango” es “Tres minutos con la realidad” y lo interpreta la pianista Kathryn Stott. Sobre la calidad de esta artista nada más oportuno que citar el comentario que en su momento hiciera Malvicino: “En cuarenta años ésta es la primera vez que escucho todas las notas”, un sobrio homenaje a alguien que, como dijera un critico cuando la oyó interpretar un tango, “parece argentina”.
*Manuel Adet - ellitoral.com
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¿Cuando tomó usted conocimiento de la música de Astor Piazzolla?

Comenzé a escuchar los discos de Piazzolla hace unos quince años y quedé de inmediato cautivado por su música. Cuando me enteré que tenía planeado hacer una visita a Boston con su sexteto, traté de conseguir localidades para el concierto, pero ya se habían agotado. Solo pude conseguir una, y se la regale a nuestra niñera en agradecimiento a su trabajo. Más tarde nos dijo que, en una conversación que tuvo entre bambalinas, descubrió que José Bragato, el chelista del sexteto, ¡era su tio abuelo!

¿Existe un sonido Piazzolla?

La música de Piazzolla tiene una pasión infinita, está llena de anhelo, y al mismo tiempo es tremendamente contemporanea. Se dice que Astor Piazzolla es el Duke Ellinton de la Argentina, y en cierto sentido es cierto. Al habitar su música, llevó al tango a otro nivel. La música fué creciendo dentro suyo, e incorporó apropiadamente las influencias de los diversos ambientes que lo rodearon, ya fuera Nueva York, París o Buenos Aires.

Durante los casi cincuenta años en que trabajó su música, Astor Piazzolla intentó variantes muy diversas, ¡hasta tuvo un conjunto electronico! Debido a su experimentación, y también a su ingenio, concentración y laboriosidad, su música se expresa en multiples niveles y posee una enorme profundidad. Es una verdadera síntesis exitosa del tango y de lo contemporaneo.

Piazzolla no solo fué un compositor sino también un ejecutante. ¿cómo siente estos dos aspectos de su labor?

En un mundo ideal, los compositores serían así mismo ejecutantes, como lo fué Piazzolla; tendrían actuaciones diurnas y nocturnas y verían la interacción evidente que se da entre quienes están entre el escenario y el público. Cuando la inspiración proviene de esas experiencias se suma al instinto del compositor, los resultados son magníficos. Creo que Piazzolla tenía un oido sorprendente para los estilos musicales y combinó los estilos elegidos - el jazz, Bartock, Stravinsky- integrandolos en una fusión indisoluble, una voz muy personal y apasionada.

¿Piensa usted que Astor Piazzolla ejerce una influencia importante en la música del siglo XX?

El tango de Piazzolla ya no pertenece únicamente a la Argentina, se ha transformado en una música internacional en el autentico sentido de la palabra. Tuve la gran fortuna de escuchar el primer ensayo que hizo Piazzolla de "Le Grand Tango" con Slava Rostropovich. Slava se dirigía a él en ingles con su fuerte acento ruso, y Piazzolla le contestaba con su muy urbano acento norteamericano. A pesar del contraste de sus respectivas voces, "LE Grand Tango" servía de medio para una voz común.

LA música y la obra de Piazzolla continuarán inspirando a muchas clases de músicos y serán una influencia importante en la música del siglo XXI. "Le Grand Tango" es una obra importante, muy, muy importante.

*Yo Yo Ma en una entrevista con Maria Susana Azzi, agosto de 1999.
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YO YO MA - THE SOUL OF TANGO - SONY - 1997
musicos :
Edwin Barker, Hector Console, Yo-Yo Ma, Horacio Malvicino, Odair Assad, Oscar Castro-Neves, Sergio Assad, Frank Corliss, Gerardo Gandini, Kathryn Stott, Leonardo Marconi, Antonio Agri
Composer : Jorge Calandrelli, Astor Piazzolla
Release Date : October 2, 1997)
Number of Discs : 1
Label : Sony

temas:
1. Libertango
2. Andante and Allegro from Tango Suite/Andante
3. Andante and Allegro from Tango Suite/Allegro
4. Regreso al amor, from Solana\'s movie \"Sur\"
5. Le Grand Tango
6. Fugata
7. Tango Remembrances
8. Mumuki
9. Tres minutos con la realidad
10. Milonga del angel
11. Cafe 1930



lunes, 19 de abril de 2010

DAVE BUBRECK - TIME OUT




A principios de la década de los cincuenta, las escuelas superiores y las universidades norteamericanas comenzaron a modificar sus programas de enseñanza y difusión de la música con la apertura hacia el jazz, y la aceptación de que se trataba de un fenómeno serio y digno de estudio llegaba, aunque con veinte años de retraso respecto a Europa.
Hasta entonces las universidades habían concentrado sus esfuerzos musicales promoviendo conciertos de música clásica, mientras que el jazz, confinado entre los géneros populares, sólo se interpretaba en los bailes de fin de curso.
Desde 1952, sin ningún apoyo oficial, algunas iniciativas de carácter estudiantil promovieron los primeros contactos con el mundo del jazz.
Desde un principio los conciertos fueron un éxito, porque los jóvenes estaban abiertos a descubrir los tesoros que tenían en su propia casa y a los cuales se les había dado la espalda durante tanto tiempo.
El grupo pionero en estas demostraciones en universidades fue el Dave Brubeck Quartet con la estrella del saxo alto Paul Desmond.
En 1953 ya contaba con un circuito permanente de actuaciones en los campus de diversas universidades de California y del Medio Oeste.
Para los jóvenes, la música del cuarteto se convirtió en una institución y un punto de referencia cultural. De esta manera comenzó la gradual aceptación del jazz por parte del público blanco.
A propósito de este papel que se le adjudica, el mismo Brubeck declara con modestia:
“Tengo una gran deuda y albergo gratitud hacia George Shearing. George me ha ayudado muchísimo a conseguir el éxito. El fue el primero en descubrir el sitio justo para formar el ambiente más adecuado para este tipo de música. Lo mismo que representó Shearing para nosotros (el Quartet), lo fue este grupo para el Modern Jazz Quartet.”
En 1956, con la incorporación de Joe Morello (batería), y en 1958 con la de Eugene Wright (contrabajo), el Dave Brubeck Quartet logró una perfección formal considerable y ya en 1959 comenzó a experimentar con tiempos compuestos, poco habituales en el jazz y que serían una característica esencial de su música.
Take Five, compuesto por Paul Desmond, se transformó en la insignia del grupo y en su catapulta a la fama.

Tanto nacional como internacionalmente, el "The Dave Brubeck Quartet" fue, sin lugar a dudas, uno de los productos mejor vendidos por el "stablishment" norteamericano, incluyendo en ése poder fáctico a la multinacional Columbia Records (CBS-Sony) y al propio Departamento de Estado que subvencionó muchas de sus giras por el mundo, especialmente durante la década de los sesenta, época álgida en la que fue la llamada "guerra fría". Pero no conviene equivocarse; el apoyo que siempre tuvo por parte del gobierno americano no hubiese garantizado por si solo el enorme éxito que el grupo cosechó por todo el mundo, tanto en sus actuaciones en directo como en sus trabajos discográficos.

"Time Out" fue desde el mismo momento que se publicó (1959) el disco que consagró definitivamente al cuarteto de Dave Brubeck, formado por el maestro del saxo alto, Paul Desmond -autentico alma mater del mismo -, Eugene Wright al bajo y Joe Morello a la bateria. El disco presenta una serie de composiciones escritas todas en diferentes métricas, empezando por el celebérrimo "Take Five", una obra maestra en 5/4 salida de la pluma de Paul Desmond y otros temas también exitosos como el tema que abre el disco: "Blue Rondo a la Turk".

Cuando "Time Out" se publicó, el impacto entre los aficionados fue brutal y se convirtió en muy poco tiempo en el primer disco de jazz que alcanzó el millón de copias vendidas. No era para menos, "Time Out" abrió por primera vez al jazz los ritmos complejos y distintos del sempiterno 4/4 y ése merito es atribuible a estos cuatro grandes músicos.
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Nota de Contratapa del LP New York de Dave Brubeck.
Colección Maestros del Jazz, España 1989.
Apoloybaco
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THE DAVE BUBRECK QUARTET - TIME OUT - COLUMBIA RECORDS -1959
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1.Blue Rondo a la Turk
2.Strange Meadow Lark
3.Take Five
4.Three To Get Ready
5.Kathy's Waltz
6.Everybody's Jumpin'
7.Pick Up Sticks
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The Dave Brubeck Quartet
Paul Desmond alto-sax
Dave Brubeck piano
Eugene Wright bass
Joe Morello drums
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El diseño de la portada y la pintura que aparece en ella, es obra de Neil Fujita (1921), Director de Diseño de Columbia Records desde 1954 hasta 1960.

lunes, 12 de abril de 2010

CHARLES LLOYD - RABO DE NUBE



Los tornados, conocidos popularmente como "rabo de nube" son fenómenos frecuentes en Cuba y generalmente afectan a pequeñas zonas. Parten casi siempre de una nube de tormenta de gran desarrollo vertical. Si el embudo no toca tierra y se queda pendiente de la nube, se le nombra rabo de nube, que es como le llaman los campesinos. "Rabo de nube" es también el título de la canción compuesta por Silvio Rodríguez y por la que obtuvo en 1980 el premio a la creatividad otorgado por EGREM (una de las empresas discográficas más antiguas de Cuba) y “rabo de nube" da también nombre al último disco de Charles Lloyd con el que el legendario saxofonista celebra su 70 aniversario.

Charles Lloyd (Memphis, 1938) es probablemente una de las leyendas vivas de jazz más enigmáticas y uno de los pocos que fue capaz de rivalizar en los años 60 y 70 en venta de discos con estrellas de rock. Trane tuvo A Love Supreme, Miles Davis, Kind of Blue y Charles LLoyd tuvo Forest Flowers (1966), el primer álbum de jazz, grabado en directo en el Festival de Monterrey, que consiguió un millon de ventas y que tenía como invitados al joven Keith Jarret, Jack Dejonette y Cecil McBee.

Con el bateria Billy Higgins, amigo de juventud y probablemente el músico más influyente en su vida, compartiría emotivos conciertos, hasta que es requerido en 1960 para tocar en el grupo de Chico Hamilton convirtiéndose poco después en su director musical. La banda fue conocida por tocar chamber jazz, pero pronto se orientó a una dirección postbop. En 1964 abandona el grupo (Hamilton recuerda, con cierta acritud, que se enteró de su marcha por la radio) para tocar con Cannonball Adderley. Durante este periodo grabó cuatro álbumes como líder para Columbia Records; en sus créditos, algunos jóvenes músicos: Roy Haynes, Ron Carter, Gabor Szabo y Tony Williams.

1966-1968 era una época de experimentación musical, el jazz quedaba eclipsado por la fuerza y el empuje del pop y del rock del momento, el rock llenaba grandes auditorios, estadios... Algunos maestros de jazz no tuvieron reparos en buscar otros horizontes en busca de inspiración en el rock, como Miles Davis, the Prince of Darkness (así le llamaban por su abrasiva personalidad y su lenguaje soez), pero a su vez, las figuras de rock necesitaban explorar otras fuentes, como el jazz o la música hindú: la improvisación era parte importante de la música de los Grateful Dead y músicos como Roger McGuinn, lider de los Byrds, estaban profundamente influenciados por Coltrane.

Un año antes del Summer Love , en 1966, Lloyd lidera un cuarteto con el experimentado bajista Cecil Mc Bee, reemplazado después por Ron McClure, y con los entonces jóvenes y casi desconocidos, el pianisa Keith Jarret, y el bateria Jack Dejonette. El resultado: una interesante fusión de post bop, freejazz y soul jazz y un impresionante éxito. El grupo no solo atrajo adeptos del jazz sino del acid rock y la psicodelia. Era reverenciado por iconos como Jerry García, Jefferson Airplane, Janis Joplin, Jimmy Hendrix, Grateful Dead, (estos últimos llevaban bajo el brazo en sus giras el Dream Weaver y el imprescindible Forest Flowers...) y, en San Francisco, en el ambiente de Haight–Ashbury, del Flower Power, llegó a ser el primer grupo de jazz que tocó en uno de los templos más sagrados del movimiento hippie, el Fillmore Auditórium . Love-in fue el registro de este concierto.

Después de una gira por la Unión Soviética, y algunos conciertos más, cansado de excesos y con cierta inquietud espiritual, inicia un necesario retiro interrumpido con alguna colaboración en 1970 con los Beach Boys. En 1980 Michel Petrucciaestaba buscando saxofonistas, y convencido por el pianista francés, LLoyd vuelve a la escena durante algunos años. Lo que viene después, son algunas grabaciones y algún que otro éxito pero difícil de superar al alcanzado con el Forest Flowers. Tras una nueva reclusión que lo mantiene alejado, a finales de los noventa celebra su reencuentro con su maestro y amigo Billy Higgins con un buen puñado de álbumes, entre ellos el Which way is East . Después de la triste desaparición del batería, graba algunos buenos discos y otros no tanto, hasta que en el 2007 nace Rabo de Nube .

Disco exquisito, delicado, espiritual en el que Lloyd se acompaña de una sabia elección de músicos que rozan la excelencia artística y cuya compenetración es brillante. El piano, extraordinariamente percusivo, con reminiscencias de Monk o Bud Powel, de Jason Moran se interactúa magníficamente con la intensidad rítmica del batería Eric Harland y el acertado swing de Reuben Rogers; todo ello liderado por extraordinarias y elegantes líneas de los saxos alto y soprano, flauta y de tarogato interpretadas sabiamente por el maestro. El repertorio se inicia con Prometheus en las que se alternan excelentes solos de Charles y Jason y cuya severidad se equilibra con el clásico (y uno de los favoritos de LLoyd) Sweet Georgia Bright , y el bello lirismo de Migration of Spirit . Con el meditativo y exótico Ramanujan, Lloyd nos descubre el centenario instrumento húngaro y nos transmite su inquietud multicultural. El disco termina con Rabo de nube , virtuosa interpretación jazzística de la bella balada en la que Lloyd extrae la pura esencia de la canción del artista cubano.

Rabo de nube no solo es el título de un disco, ni una versión jazzística del famoso tema compuesto por Silvio Rodríguez, es un mensaje lleno de paz, de belleza y de profunda espiritualidad.

*Publicado en Jazz Granada por Mariche Huertas de la Cámara
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Si me dijeran pide un deseo,
preferiría un rabo de nube,
un torbellino en el suelo
y una gran ira que sube.
Un barredor de tristezas,
un aguacero en venganza
que cuando escampe parezca
nuestra esperanza.

Si me dijeran pide un deseo,
preferiría un rabo de nube,
que se llevara lo feo
y nos dejara el querube.
Un barredor de tristezas,
un aguacero en venganza
que cuando escampe parezca
nuestra esperanza.

-SILVIO RODRÍGUEZ, 'Rabo de Nube'-


"Al final, todo consiste en cantar una melodía desde el interior
del alma; algo que ayude a liberar el espíritu."

-CHARLES LLOYD-
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CHARLES LLOYD - RABO DE NUBE - ECM - 2007
1. Prometheus
2. Migration Of Spirit
3. Booker's Garden
4. Ramanujan
5. La Colline De Monk
6. Sweet Georgia Bright
7. Rabo De Nube
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Charles Lloyd: Charles Lloyd (alto flute, tarogato, tenor saxophone); Jason Moran (piano); Reuben Rogers (double bass); Eric Harland (drums, percussion).

lunes, 5 de abril de 2010

DUKE ELLINGTON - LATIN AMERICAN SUITE


Cuando Duke Ellington y sus músicos salieron de Nueva York con destino a Rio de Janeiro el día 1 de septiembre de 1968, iniciaban su primer viaje por America Latina. "
"Estoy perdiendo buena parte de mi virginidad en este viaje", señaló Ellington cuando el jet de Aerolineas Argentinas inició el viaje hacia el sur. "Nunca he estado antes en Sudamerica ni por debajo del Ecuador".
Se presentaron en Brasil, Uruguay, Argentina y Mexico. Y siempre fueron aclamados en locales abarrotados, con tal entusiasmo que hasta los más experimentados del conjunto se sintieron emocionados. Además de los conciertos y de los compromisos sociales, las recepciones en las distintas embajadas de los Estados Unidos, programas de radio y televisión, debió también responder a preguntas de todo tipo realizadas en las numerosas conferencias que realizaban en cada una de las ciudades donde actuaba. Realizó todo esto con insuperable amabilidad y tacto, aunque a menudo estaba falto de sueño, debido a la escasez de servicios aereos entre las ciudades sudamericanas (en comparación a su propio país o en Europa). Su paciencia además parecía inagotable y todos los que solicitaron su autografo lo obtuvieron sin importarle el tiempo que llevaba atender a tal magnitud de pedidos. "No puedo decepcionar a esta gente" dijo una vez negandose a abandonar por la puerta trasera de un teatro que estaba sitiado por sus admiradores. El afecto entre el artista y su público llegó a su cima en Buenos Aires donde, despues de su úñtima actuación, la gente esperaba aclamándole y tratando de llegar a tocarlo, y muchas personas le obligaban a aceptar regalos que nisiquiera llevaban sus nombres.
"La generosidad y el entusiasmo de lo auditorios, representan la inspiración para toda una vida" dijo al partir, "virtualmente constituyen la cumbre de mi carrera" "todo y todos han mostrado tal armonía que estoy absolutamente abrumado, y no me siento capaz de expresar mi agradecimiento, quiza pueda hacerlo más adelante con música"
La música contenida en este álbum es la expresión de tal agradecimiento, y buena parte de ella fué en realidad escrita en el transcurso de la gira. Había convenido estrenar una nueva obra, que provisionalmente había titulado Mexican Anticipation, el día 28 de septiembre en la ciudad de Mexico. El calor del recibimiento que le propinó sudamerica hizo que la música inspirada por Mexico se convirtiera en una parte integrante de una más completa Latin American Suite.
Duke Ellington tuvo ocasión de reunirse con músicos nativos genuinos que le agasajaron en más de un club con su arte. Pero esencialmente la Latin American Suite, no constituye una tentativa de volver a interpretar las formas musicales indígenas de los paises que visitó, sino que reproduce musicalmente las impresiones que en el causaron dichos paises y sus gentes. Así por ejemplo la base rítmica está orientada en una dirección latinoamericana, pero la realiza su sección rítmica habitual, sin el agregado de las congas, los bongoes y los timbales que la mayor parte de los compositores y arregladores hubieran considerado necesario.
Una notable diferencia que se observa entre esta y otras suites radica en el mayor énfasis que se da al papel que representan el conjunto y el pianista. Por esta vez la mayor parte de los solistas pasan a un segundo plano. En esto quiza y en el uso de las voces al unísono. Ellington se hace eco de las practicas de las bandas latinoamericanas que experimentan en sus elementos la influencia de grandes bandas norteamericanas.
La suite se inicia con Oclupaca, un título que representa una de las típicas inversiones de Ellington. La banda pasó allí un día muy reparador en sus playas y toco en un baile igualmente reparador en el que Ava Gardner hizo una radiante aparición. La sensación de bienestar se hace presente en toda la interpretación. En esta ocasión el campeón natación de la banda tiene a su cargo la responsabilidad del solo principal y Paul Gonsalves saca partido de ello.
Chico Cuadradino representa a un "gallardo muchachito español haciendo travesuras" esta pieza tiene un tumultuoso solo de trombón por Bueter Cooper y otra brillante contribución de Paul Gonsalves.
Eque tiene relación con el primer cruce del Ecuador realizado por Ellington, Johny Hodges y Paul Gonsalves comparten con el pianista los honores de los solos.
Tina es un diminutvo afectuoso para Argentina, cuyo público reaccionó en forma muy emotiva en todas partes. Ellington advirtió que la reacción brasileña fué más intensa ante las interpretaciones más rítmicas en tanto que los argentino mostraron predilección por las cualidades melódicas de su música. Tina es un tema fragante y hermoso, con adecuadas referencias al tango.
The Sleeping Lady and the Giant Who Watches Over Her son las dos montañas de cumbres nevadas, cuya presencia siempre se advierte en la ciudad de Mexico.
Latin American Suite es una pieza atractiva que se desarrolló durante el viaje, y que va desde un dialogo rítmico entre el piano y el bajo hasta una intervención plena de regocijo en la totalidad de la banda.
Brasiliance, que surge con vivacidad y potencia rítmica, puede considerarse como un tributo a este enorme y hermoso país. Muy lejos de ser una fria sofisticación de la samba, saluda tanto la energía industrial de Sao Paulo como el espiritu fronterizo de quienes están abriendo el vasto interior del país.
Los fabulosos recursos de Ellington para la creación temática y orquestal se ponen nuevamente de relieve en esta Latin American Suite. Sin lugar a dudas, nadie que este asociado al jazz ha consegudo fundir tan felizmente su contenido emocional con los impulsos rítmicos de los pueblos latinoamericanos.
*Contraportada del LP.
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DUKE ELLINGTON Y SU ORQUESTA - LATIN AMERICAN SUITE - FANTASY 8419

1. Oclupaca
2. Chico Cuadradino
3. Equë
4. Tina
5. Mujer Dormida y el gigante que vela por ella
6. Sol de América Latina
7. Brasilliance