Buscar este blog

lunes, 25 de julio de 2011

STAN GETZ & CHET BAKER - THE STOCKHOLM CONCERTS


Dos personalidades difíciles. Dos grandes artistas, pero también dos seres humanos dominados por sus adicciones: la heroína para Baker y el alcohol en el caso de Stan Getz en la época de estas grabaciones. Pero Stan Getz, siempre antepuso la calidad de su arte a todo lo demás, mantuvo una fructífera carrera profesional sin dejar que la hecatombe que fue su vida privada, se reflejara en su música. Chet Baker no lo consiguió y su vida arruinada, destrozada por su brutal adicción, deterioró su salud de forma dramática y se reflejó a menudo en su música. Aquí estaban de nuevo juntos. Nunca se llevaron bien. Sus anteriores encuentros no habían sido precisamente amistosos. Todo contribuía al desencuentro: la forma de vida de Baker, los celos de Getz hacia la reacción entusiasta que el público europeo ofrecía hacia la música de Baker, que él, sin suda, consideraba de escasísima calidad.
Tal vez bromeando sobre esta cuestión, el pianista Jim Mcneely atribuye la incompatibilidad entre los músicos a un “conflicto de adicciones”. Especula el pianista que si ambos hubieran sido adictos a la misma sustancia, sus relaciones habrían sido mucho mejores. La gira había comenzado con muchas condiciones previas exigidas por Getz: dormirían en distintos hoteles, pasarían por separado las aduanas y solo se reunirían en el escenario para interpretar un número limitado de composiciones, el resto del repertorio lo interpretaría en solitario, cada uno de ellos, con la rítmica de Getz, que acompañaba a esta extraña pareja: Jim Mcneely al piano, George Mraz al bajo y Victor Lewis a la batería. La clase de formidables músicos con los que habitualmente sabía rodearse Getz. La gira acabaría mal, ya lo sabemos.
Eran 32 actuaciones, en varios países europeos y en Arabia Saudita. Por suerte las apariciones del conjunto en Estocolmo y Baerum (Noruega) fueron registradas por emisoras locales y mas tarde editadas discográficamente. Actualmente la noche del 18 de febrero de 1.983, se recoge en el álbum triple de Verve “The Stockholm Concerts” y la velada de día siguiente, se ha publicado por Concord en dos álbumes con el nombre de "Quintessence". Ambos registros presentan una buena calidad técnica y una inmejorable presentación. Asi que podemos disfrutar y analizar en profundidad la música que produjo este breve encuentro entre dos caracteres incompatibles. Una fuerza irresistible contra un cuerpo inamovible. Así se puede definir la interacción entre ambos músicos. Sobre el escenario Getz no puede ocultar su desden e incluso desprecio hacia el trompetista, al que en todo momento intenta eclipsar. Sin embargo el genial saxofonista observaba impotente como la mera aparición del desaliñado y triste trompetista en el escenario, provocaba una fervorosa reacción del público que pasaba por alto los constantes errores e imperfecciones técnicas que plagaban sus interpretaciones.
Chet era un mito idolatrado. En cambio los solos casi perfectos de Stan Getz, en la cumbre de su carrera y de su prodigiosa creatividad, con su maravillosa sonoridad aterciopelada, eran acogidos con indudable entusiasmo, pero sin la ferviente vehemencia que recibía el trompetista. Algunas de las miradas de Getz hacia Baker durante los solos del trompetista, inmortalizadas en las fotografías y el video del concierto de Estocolmo, describen sin palabras los sentimientos del saxofonista. Pero aquí en los escenarios Estocolmo y en Baerum, es difícil adivinar las tensiones entre ambos.
Getz, como siempre, se encuentra en magnífica forma, Baker, está en uno de los mejores momentos de ese largo otoño de su existencia. Aún cuando su música muestre en ocasiones una mas que dudosa calidad técnica, resulta siempre emocionalmente conmovedora y, por otra parte, es adorado por el público europeo.
Los encuentros entre ambos, sobre el escenario, ofrecen un resultado agradable, y a menudo de gran nivel musical en temas como I´m Old Fashioned, My Ideal, e incluso en algunos tiempos rápidos en los que Baker podría encontrar mas dificultades como en el tema de Gillespie, Dizzy Atmosphere, Airegin o I´ll Remembre April. En ambos conciertos Getz ofrece una maravillosa versión de la balada We´ll be together again, especialmente hermosa en la velada noruega y por supuesto no falta la siempre exitosa versión de Baker sobre el clásico My Funny Valentine, su caballo de batalla desde los años cincuenta y que pertenece en propiedad por partes iguales a Baker que la versionó en incontables ocasiones durante toda su carreta musical y al trompetista Miles Davis que la mantuvo en su repertorio hasta la llegada de su etapa eléctrica. Como si de un cruel sarcasmo se tratara en los dos conciertos se unen los músicos en el escenario en el tema Just Friends.
Por desgracia, esa combinación de envidia y rechazo en lo personal y lo artístico, envenenaba a Getz, y al fin estalló poco antes de que el conjunto viajara a Arabia Saudita, al descubrir que Baker había preparado un buen cargamento de sustancias para su estancia en el país árabe. Getz llamó al representante de Baker, Wim Wigt y lanzó un ultimátum: Baker o yo. Así que Baker, cobró la totalidad de los conciertos contratados y abandonó la gira. De está forma finalizó este último encuentro entre estos artistas. Su música conservada en estas históricas grabaciones aúnan el brillo del arte de dos de las mas destacadas estrellas del jazz de todas las épocas y la morbosa atracción que ofrecen los aspectos mas oscuros de sus espíritus atormentados, resultando finalmente imprescindibles para los seguidores de ambos músicos.
* Lorenzo Orriols - jazznoend.com
-

Stan Getz & Chet Baker - The Stockholm Concerts 1983

-
Disc 1
1. Anouncement
2. Stablemates
3. We'll Be Together Again 

4. On The Up And Up
5. How Long Has This Been Going On 

6. O Grande Amor 

7. Just Friends

Disc 2
1. My Funny Valentine
2. Sipping At Bell's
3. Stella By Starlight
4. Airegin
5. The Baggage Room Blues
6. We'll Be Together Again
7. I'll Remember April

Disc 3
1. Annoucement
2. Just Friends
3. My Funny Valentine
4. Sippin’ at Bell’s
5. Blood Count
6. Milestones
7. Airegin
8. Dear Old Stockholm
9. Line for Lyons


lunes, 18 de julio de 2011

THE ART TATUM SOLO MASTERPIECES


Durante los años treinta, Count Basie se hizo famoso como pianista de una exquisita simplicidad; era un pianista que sabía poner los acentos allí donde era necesario y dejar en silencio lo obvio. Art Tatum fue su contemporaneo y su estilo era la antítesis del de Basie. En el origen de ambos esta Fats Waller: Basie supo destilar y pulir el estilo de Fats, Tatum prefirió dilatarlo dándole una barroca suntuosidad. Mientras que con Basie el piano llegó a ser un instrumento sucinto, Tatum lo llevo a la apoteosis de una concepción concertística. Tatum es un solista completo para el más completo de los instrumentos. Su estilo basado en una técnica brillantísima y exhuberante, despertó la admiración de pianistas de tradición europea como Vladimir Horowitz y Serge Rachmaninoff. Las opiniones de los críticos de jazz sobre su arte son dispares: algunos han querido ver en sus variaciones una suerte de vacío inventivo apoyado en la técnica, y para otros ese dominio instrumental y armónico es la base ideal para la invención y desarrollo de las ideas. Originales o no, las ideas de Tatum eran muchas y estan claramente registradas en su copiosa discografía. Hay además en su modo de tocar el piano algunos aspectos inéditos en el jazz hasta su brillante debut, como el uso de los pedales, la construcción de sus solos, la audacia armónica y los cambios de tonalidad en medio de un solo. Art Tatum nació en Toledo (Ohio) en 1910 y estudió en el conservatorio de su ciudad; era casi totalmente ciego. Su debut en disco fue en 1933. A partir de 1953 y hasta 1955 el productor Norman Granz le hizo grabar 121 temas en solitario, que quedaron como un auténtico testamento artístico, estos temas están recogidos en los ocho volúmenes de la serie The Art Tatum Solo Masterpieces.
Art Tatum, ha quedado para la historia del jazz, como el mas impresionante pianista de todos los tiempos, y se le considera la figura de mayor relevancia entre prácticamente todos sus sucesores. Cualquier especialista del piano que lo escuchase hoy por primera vez, experimentará sin duda el mismo impacto que los que lo hicieron en los años treinta, y su influencia, a pesar de ser un músico clásico y no revolucionario, es incontestable en todas las generaciones de pianistas posteriores.
-

lunes, 4 de julio de 2011

HANK MOBLEY: SOUL STATION


El saxofonista Hank Mobley no tuvo la agresividad de Sonny Rollins, ni el fuego de John Coltrane, ni el toque de Stan Getz, pero posiblemente fuese uno de los saxos tenores mas sensibles del hardbop y del jazz moderno.
Soul Station es unánimemente considerado el disco más destacado de Hank Mobley, un infravalorado y saxofonista de referencia en la mitad del siglo XX, y uno de los valores incontestables del selecto catalogo de Blue Note. Acompañado de una rítmica maravillosa con Wynton Kelly al piano, Paul Chambers al bajo y el maestro de la batería Art Blakey, el disco es denso por momentos, como la música de sus maestros Coltrane y Rollins, o suave y relajado en algunos pasajes rememorando las influencias de Lester o Webster
Porque Hank Mobley no necesitó copiar ni estilos ni sonidos. Fue un músico muy creativo, con estilo propio y propietario de un sonido singular.
“Soul Station” es un disco redondo, lleno de swing y con nuestro saxofonista en plena madurez creativa. Un álbum para disfrutar plenamente de la belleza de esta música, para escucharlo sin prisas, de principio a fin. El swing fluye de manera natural, fresco y subyugante del saxo de Hank Mobley y uno a uno los seis temas que componen el álbum, conforman toda una obra maestra a la que sin duda de ningún tipo, contribuyen el virtuosismo y la calidad de los músicos que acompañan a Hank Mobley en esta grabación.
La discografía como líder de Hank Mobley comprende desde 1955 cuando grabó para Blue Note su álbum de presentación titulado: "The Hank Mobley Quartet", hasta 1974, y además de ser extensa, es de una calidad media extraordinaria y en la que sobresalen dos títulos que bien podrían catalogarse como obras maestras. Por orden cronológico, la primera, y para nosotros la mejor, es este disco grabado en 1960 para Blue Note "Soul Station" con Paul Chambers al bajo; Art Blakey en la batería y Wynton Kelly al piano. El segundo disco imprescindible en la discográfica de Mobley es el titulado: "Dippin'" grabado en 1965 también para la Blue Note y probablemente el ultimo disco importante del músico. En "Dippin" tocan, Lee Morgan a la trompeta, Harold Mabern al piano, Larry Ridley al bajo y Billy Higgins a la batería. Un disco conceptualmente ya en línea con la vanguardia jazzistica que venia pidiendo paso y representado en el baterista Billy Higgins, uno de los músicos mas importantes en la batería del jazz contemporáneo.
Hank Mobley tuvo muy claro lo que debía aportar como jazzista. El hard bop era su razón de ser y lo fue por siempre hasta que falleció en 1986.
* Apoloybaco
-
HANK MOBLEY - SOUL STATION - BLUE NOTE 4031 - 1960
-
1.Remember 5:38
2.This I Dig Of You 6:21
3.Dig Dis 6:05
4.Split Feelin's 4:52
5.Soul Station 9:03
6.If I Should Lose You 5:08

Hank Mobley, tenor saxophone
Wynton Kelly, piano
Paul Chambers, bass
Art Blakey, drums

Recorded on February 7, 1960 at the Van Gelder Studio, Englewood Cliffs, New Jersey.

Blue Note RVG Edition 95343 2 2 [1960]