Piazzolla había vuelto de Francia e inducido por Nadia Boulanger a continuar en los caminos del tango llevó al octeto los objetivos que le había señalado la gran pedagoga francesa, más lo que él llevaba en su sangre como genes musicales. La fórmula era explosiva, es válida para comprender toda su obra y en especial ese parto de 1955. En el pizarrón diría así:
Nueva York + Bach + Troilo + Pugliese + Gobbi + Ginastera + Stravinsky + Boulanger = TANGO DE PIAZZOLLA.
Es la gran revolución tanguera. Efectos sonoros y rítmicos nuevos, contrapuntos entre las cuerdas, un violín sonando como un tambor, el cello y el bajo haciedo de bombos; todo ello más el sonido propio de formidables solistas y la presencia agresiva de una guitarra eléctrica improvisando en la mayoria de los temas.
Los pocos fanáticos que tenía el octeto, aullaban enloquecidos allí donde tocaba el conjunto. Pero lo gozaron poco tiempo: el octeto Buenos Aires no llegó al año y medio de vida. Aquellos cien locos más la proyección de la audiencia radial más los escasos compradores de discos estaban en minoría frente a una mayoría que decía NO.
El rechazo era de esperar, por la negativa natural que existe siempre relativ a todo lo nuevo y por el arraigo que tenía entonces e tango tradicional en el país de los argentinos y en el apéndice natural del Rio de la Plata. También se debe vincular a los locutores que detentaban los programas tangueros, quienes viendo en peligro sus intereses cometieron una verdadera patraña: no difundieron los discos del octeto.
El mismo Piazzolla recordaría años más tarde: "El Octeto Buenos Aires, en 1955, fue un impacto artístico, pero el trabajo no duró mucho. Para grabar hubo que hacer muchas concesiones, prácticamente regalar los derechos... La gente no conoce ni le importa quién es el empresario que lo pone a la venta, pero sí sabe y admira al artista que lo hizo. El que puso el dinero de su bolsillo para pagar a la mayoría de los músicos que hicieron la grabación fui yo, mientras que la ganancia desde entonces se la llevan otros. Todavía estamos en litigio. ¿Pero a quién le interesa, quién defiende a los creadores?"
Astor Piazzolla. Memorias. Natalio Gorín - Alba Editorial
Astor Piazzolla. El tango culminante, Nudler-Delhor-Fernández,
Octeto Buenos Aires
En 1954, estando en París tuve la oportunidad de ver y escuchar a muchos conjuntos de jazz moderno, entre ellos al Octeto de Gerry Mulligan. Fue realmente maravilloso ver el entusiasmo que existía entre ellos mientras ejecutaban. Ese goce individual en las improvisociones, el entusiasmo de conjunto al ejecutar un acorde, en fin, algo que nunca había notado hasta ahora con los músicos y música de tango.
Como resultado de esta experiencia nació en mí la idea de formar el Octeto Buenos Aires. Era necesario sacar al tango de esa monotonia que lo envolvía, anto armónica como melódica, rítmica y estética. Fue un impulso irresistible el de jerarquizarlo musicalmente y darle otras formas de lucimiento a los instrumentistas.
En dos palabras, lograr que el tango entusiasme y no canse al ejecutante ni al oyente, sin que deje de ser tango, y que sea más que nunca, música.
Nace en 1955 el Octeto Buenos Aires.
Elegí los mejores instrumentistas de este género: Enrique Mario Francini (violín), Atilio Stampone (piano), Roberto Pansera, hoy reemplazado por Leopoldo Federico (bandoneón), Hugo Baralis (violín), Horacio Malvicino (guitarra eléctrica), José Bragato (violoncello), Aldo Nicolini, hoy reemplazado por Juan Vasallo (bajo), y yo, bandoneón.
El primer arreglo que hice para este conjunto fue Arrabal. Para entonces nos pareció sumamente avanzado. Hoy, a despecho de sus novedosas concepciones, Arrabal nos parece antiguo, es lógico. Realizar el difícil equilibrio sonoro del Octeto llevó dos años y aún queda mucho por descubrir.
En cada arreglo se aprende algo más sobre esta formación orquestal. Tengamos en cuenta que existe un desequilibrio tremendo por falta de cuerdas, ya que para dos bandoneones, piano, guitarra y bajo, se necesitarían por lo menos seis violines, viola y cello, pero ajustándome a los dos violines y cello, es necesario escribirle a estos en tesituras no acostumbradas.
Por ejemplo, cuando incluyo efectos rítmicos y quiero lograr fuertes sonoridades, empleo los dos violines casi siempre en la tesitura grave y el cello, la mayoría de las veces, dentro de la misma tesitura que los violines, sobre todo en los unísonos. (Neotango, El Marne, Arrabal).
Para efectos suaves y melódicos empleo las tesituras normales (Anoné). Las dobles cuerdas son utilizadas para mayor sonoridad armónica (dos violines, cello y bajo en la segunda parte de Marrón y Azul). También el contrapunto entre las cuerdas, da mayor belleza a los temas originales (Arrabal, solo de violín).
Para los efectos de percusión también intervienen las cuerdas; el primer violín imita el tambor, el segundo la lija, el cello la caja y el bajo golpeado con la palma de la mano detrás del instrumento, logra el efecto del bombo (Marrón y Azul).
Los dos bandoneones realizan la labor de cuatro y cinco. Casi siempre están ejecutando acordes de cuatro, cinco y hasta seis sonidos cado uno (El Marne). También variaciones sobre los temas en quintillos, seisillos y hasta sietesillos de fusas hoy en desuso por su dificultad técnica (Anoné). Un ejemplo de maravillosa sonoridad de los dos bandoneones acompañados por bajo, lo tenemos en Anoné y El Marne.
La guitarra eléctrica es un instrumento novedoso dentro del tango; ofrece un timbre no acostumbrado en este tipo de orquesta. Notarán Uds. la fuerza sonora de este instrumento cuando ejecuta acordes y en los unísonos con los bandoneones, violines y cello (Neotango y Tangology). También lo empleo para imitación del bongó (Anoné, Marrón y Azul).
Lo más destacable en este instrumento e instrumentista son las improvisaciones sobre los temas originales, hecha por primera vez en conjuntos de tangos.
El piano y el bajo son los instrumentos acompañantes; la fuerza rítmica del Octeto. Los solos de piano, de muy dificil ejecución, son de una nueva concepción rítmica y armónica paro el tango. Existen los solos de carácter rítmico (Arrabal) y otros de carácter romántico (Haydée).
El único propósito del Octeto Buenos Aires es renovar el tango popular, mantener su esencia, introducir nuevos ritmos, nuevas armonías, melodías, timbres y formas y, sobre todo, no pretendemos hacer música llamada culta.
Astor Piazzolla
FAZ 1
Haydée · Héctor Grané · 2.52
Compuesto en el año 1935 y llevada al disco por el Octeto Buenos Aires en 1957. Lo primera parte (Romántica) comienza con acordes de cuartas yuxtapuestas. Segunda parte solo de piano por Atilio Stampone; se repite la primera parte en otra tonalidad con un solo de Hugo Baralis, seguido por otro solo a cargo de Enrique Mario Francini. En esta parte, mezcla de vals y tango, quise reflejar en el arreglo, a su autor, como el argentino radicado en París. Después del vals a la manera de Ravel, vuelve el tema a la primera parte, finalizando el tango con un rallentando sobre el acorde Sol Mayor-Re Mayor (G-D).
Marrón y Azul · Astor Piazzolla · 3.30
(Inspirado en los Marrones y Azules de George Braque).
Este tango fue arreglado en el año 1955 y los solos están ejecutados por A. P. y Leopoldo Federico en contrapunto con Hugo Baralis. Luego Enrique Francini ejecuta uno de sus solos más felices. En la variación rítmica del final improvisa Horacio Malvicino. Fue ésta la primera composición con improvisaciones de guitarra.
Los mareados · Juan Carlos Cobián · 3.45
Esta magnífica composición melódica está tratada con nuevas armonías sin desvirtuar la parte original. Los solos están ejecutados por Enrique M. Francini, Horacio Malvicino y A.P. Después de la incesante labor armónica moderna durante todo el tango se aprecia el magnífico descanso final en base al acorde perfecto de Si Mayor (B).
Neotango · Leopoldo Federico/M. Flores · 3.15
He querido reflejar en este arreglo la parte subjetiva de uno de sus autores, Leopoldo Federico. El agregado inexplicable de la parte central -música circense- refleja a Federico tal cual es, un niño grande. Solos por Leopoldo Federico y Enrique M. Francini.
El Marne · Eduardo Acolas · 4.30
Su tema principal (1ª parte) está tratado con el acorde de Si bemol menor con la 2ª y 6ª agregadas; los dos violines, cello y guitarra hacen un contrapunto rítmico en base a 4as. consecutivas. Los solos son ejecutados por Enrique M Francini, A. P. y Leopoldo Federico.
FAZ 2
Anoné · Hugo Baralis · 4.30
Compuesto por Baralis en su visita al Japón.
Anoné (Escucho en idioma japonés) recuerda en su introducción los exóticos ritmos orientales. Solos por A. P. y Hugo Baralis. De fondo a los solos de violín se puede apreciar el acompañamiento de acordes de 4as. yuxtapuestas. El solo por los dos bandoneones está compuesto sobre el tema de la 1ª parte. Finaliza con el acorde politonal Re Mayor-La Bemol Mayor (D-A Bemol).
El Entrerriano · Rosendo Mendizábal · 3.00
El tema principal, (1er. compás) se presenta con armonías politonales. El resto sigue dentro de un marco rítmico totalmente nuevo para este tipo de obra; su tratamiento armónico también es nuevo. Concluye con una variación rítmica sobre la composición original, improvisando de fondo, Horacio Molvicino.
Tangology · Horacio Malvicino · 3.20
Su autor, compuso este tango especialmente para que se pueda improvisar sobre su tema, dada la facilidad de cambios armónicos (Re Bemol Mayor 13ª, Mi Mayor 13ª y Sol Mayor 13ª). (Db 13 - E 13 - G 13). Comienza con un tema lento y brumoso a cargo de lo guitarra, con fondo de orquesta. Después de la cadencia de guitarra comienza el tema rítmico principal. Solos por A. P. y Enrique M. Francini.
Arrabal · José Pascual · 3.30
Este fue mi primer arreglo para el Octeto Buenos Aires. Se puede notar el cambio armónico y rítmico producido desde aquella fecha (1955) hasta el presente. Los solos a cargo de Enrique M. Francini en contrapunto con Hugo Baralis y José Bragato; luego se oye el solo de Atilio Stampone con Juan Vasallo y Horacio Malvicino. Finaliza esta composición con un tutti sobre el tema de la segunda parte.
A fuego lento · Horacio Salgán · 3.15
Este tango está tratado en base a ritmos insistentes originales. La segunda parte con una pequeña variedad rítmica. Vuelve a la 1ª parte dejando ocho compases de libre improvisación a Atilio Stampone, Leopoldo Federico, Horacio Molvicino y A. P. El complicado desarrollo rítmico del final está compuesto sobre la base rítmica original de la primera parte.
Astor Piazzolla
Los músicos integrantes del Octeto Buenos Aires
Astor Piazzolla bandoneón
Enrique Mario Francini violín
Atilio Stampone piano
Leopoldo Federico bandoneón
Hugo Baralis violín
Horacio Malvicino guitarra eléctrica
José Bragato violoncello
Juan Vasallo bajo
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